El Almudévar se clasifica para octavos

El goleador zaragocista, con 100 partidos en Segunda División, subraya que un equipo con aspiraciones como el aragonés ha de imponer su mentalidad para vencer en campos así

El Almudévar sigue haciendo historia y ayer avanzó hacia los octavos de final de la Copa Federación nacional al eliminar al AE Prat catalán y hacer bueno el 0-2 del encuentro de ida con un empate a uno en La Corona que propició que la eliminatoria nunca estuviese en peligro. Así, los de Quique García estarán en el bombo de los 16 mejores.


Los visitantes buscaron la remontada desde el comienzo, pero el empuje inicial se fue difuminando con el paso de los minutos y los aragoneses se fueron encontrando cada vez más cómodos hasta someter a un rival que no se vino abajo ni con el resultado de hace dos semanas ni con el tanto de Nacho en el arranque de la segunda parte.


El mando correspondió en un primer momento al Prat, si bien sin crear un peligro evidente y con el fuerte viento a su favor. Carlitos lo intentó al cuarto de hora con un remate que se marchó fuera. Larrosa tuvo que emplear los guantes en dos acciones de Eric Ruiz y Carlitos que representaron los intentos más claros de los visitantes de adelantarse en La Corona. El Almudévar tomó el control a partir de la media hora y demostró por qué ha sido superior en esta eliminatoria. Eric salvó un intento.


Tras el tiempo de receso, ninguno de los dos conjuntos presentó novedades. O lo que es lo mismo, los de Quique García continuaron mandando y se adelantaron en el marcador como anticipo de un periodo de color local. Nacho embocó a gol tras un saque de falta botado por Mallada. Lo hizo con fuerza, el balón le golpeó entre la pierna y el pecho para introducirse en la portería catalana.


El escenario era el peor posible para los visitantes, que además se vieron superados en todo momento y comenzaron a asumir que no iban a superar este cruce. Comenzó el carrusel de cambios y se mostraron algunas cartulinas amarillas por acciones bruscas que no cambiaron el decorado ni para unos ni para otros.


En favor del Prat, que no presentara la rendición mientras tuvo fuerzas. Lo cierto es que Larrosa vivió la segunda parte con mucha más tranquilidad hasta el tanto del empate en el minuto 77. Fue un disparo de Molíns escorado desde fuera del área con el que batió al hasta entonces infranqueable Larrosa. El pitido final llevó la alegría a una localidad que sigue escribiendo capítulos de una historia sin final a la vista.