Golpe de Terranova

La superioridad del equipo de los All4Racing vivió su momento más glorioso en la etapa más dura de esta edición del raid, en la que el argentino Terranova sumó su tercera victoria parcial. El de Ciudad de Mendoza se resarció después de unas cuantas jornadas en las que lo pasó realmente mal, sobre todo tras verse casi abocado a la retirada definitiva en la cuarta etapa. En una demostración de pundonor, Orly consiguió recuperar sus sensaciones, si bien las más de seis horas y media que cede con el líder no le hacen recuperar, ni mucho menos, sus opciones de victoria final.

Detrás de Terranova acabó la sensación Al Rajhi, que sigue empeñado en deslumbrar a propios y extraños. En esta ocasión, en tierras bolivianas, solo le faltaron dos minutos para lograr por fin su primera victoria en el Dakar. El podio del día lo completó el neerlandés Ten Brinke, otra de las grandes sorpresas de esta edición.

En una etapa sin vehículo de apoyo, ni ningún tipo de ayuda por parte de la organización, piloto y copiloto debían recorrer no sólo los 392 kilómetros de enlace hasta tierras bolivianas, sino una durísima especial de 321 kilómetros a una altitud mínima de 3200 metros por los salares de la región de Uyuni. Pilotos consumados en estas lides, como Robby Gordon, tuvieron serios problemas para mantenerse en pista. De hecho, el estadounidense que tan bien lo hizo el día anterior, perdió más de 10 minutos por salirse del camino. Algo similar le pasó a uno de los dos pilotos que quedan de Peugeot en este Dakar, Stepháne Peterhansel. ‘Monsieur Dakar’ salía el vigesimotercero en esta jornada, después de los problemas que tuvo en la etapa anterior, y realizó una primera mitad de etapa muy solvente antes de ir deshaciéndose como un azucarillo conforme avanzó el día.

A las dificultades propias del recorrido planteado y de las características propias de la etapa maratón se unieron el barro y los charcos que se han encontrado los pilotos durante buena parte de la especial, sobre todo al final de la jornada. Nani Roma, por ejemplo, fue uno de los que se las vio y deseó para pasar por estas zonas, e incluso el líder, Nasser Al-Attiyah, aflojó al llegar a las pistas más encharcadas y acabó cediendo casi diez minutos con el ganador del día. Roma, por su parte, se dejó cuatro minutos y ya son nueve horas y 19 minutos los que lleva de retraso total con Al-Attiyah.

El catarí se mantiene líder tras esta jornada, en la que Giniel de Villiers esperaba poder meterle mano a la ventaja con la que llegaba el de Mini. Sin embargo, el sudafricano solo pudo recortarle tres minutos. Al-Attiyah, quien se mantendrá a la expectativa en lo que queda de Dakar, comenzará la etapa de mañanas tras el descanso de hoy con algo más de ocho minutos de ventaja sobre el piloto de Toyota.