Cerveza inspirada en Teruel

Miguel Carlos Viñado y Susana Torres han creado en Madrid una microcervecería artesana. Su primera producción está dedicada a la provincia.

Diseño personal. Miguel Carlos Viñado, que aparece con su mujer, Susana Torres, ha diseñado «hasta el último tornillo» de su cervecería.
Cerveza inspirada en Teruel
Heraldo

El cariño hacia su tierra ha llevado a Miguel Carlos Viñado, un químico e ingeniero industrial convertido en artesano de la cerveza, a dedicar parte de su primera producción a la ciudad de Teruel. Dos Torres –en honor a las torres mudéjares de San Martín y El Salvador– y Tirwal –el nombre de la capital turolense en época de dominación musulmana– son los nombres que ha elegido para bautizar a dos de las variedades de cerveza que desde mediados del año pasado elabora en la fábrica que ha montado junto a su mujer, Susana Torres, en Alcalá de Henares (Madrid).


Fue en Estados Unidos cuando la pareja, que tiene dos hijos de corta edad, se dio cuenta de que quería abrir una cervecería en España. Cansados de viajar por todo el mundo con dos bebés a cuestas, y ello debido al trabajo de Miguel Carlos, que ha diseñado destilerías por todas las naciones del planeta a excepción de las de Oceanía y el Polo Norte, ambos convinieron en que era hora de volver a casa y empezar una nueva vida. "Dos años de país en país no nos parecía la mejor forma de educar a nuestros hijos", asegura.


Su ‘microcervercería’ –así la llaman por su pequeño tamaño– ocupa una nave en un polígono industrial de Alcalá de Henares, donde se ha asentado la familia. "He diseñado hasta el último tornillo de las instalaciones", dice con orgullo Miguel Carlos, que nació en Santa Eulalia del Campo. Tiene capacidad para producir 10.000 litros mensuales, pero por ahora salen de allí solamente 1.500 litros. "Nada que ver –subraya– con las grandes proporciones que ofrece la fábrica de Mahou, a la que tenemos como vecina".


La cerveza de los Viñado-Torres, que ha empezado a comercializarse bajo la marca global ‘Enigma’, es, ante todo, "natural, sin conservantes ni colorantes, 100% pura malta". "No usamos materias primas baratas", destaca él. La Dos Torres es rubia hecha con doble malta y la Tirwal es más oscura, con triple malta tostada. "Cada botella de estas bebidas tiene tras de sí dos meses de preparación frente a los 7 días de una cerveza industrial", explica. Por eso, ofrece distintos matices en la copa. Según Viñado, cuando se toma fría pueden apreciarse sabores y aromas cítricos del lúpulo.

A temperatura ambiente, afloran efluvios dulces de las maltas empleadas en la elaboración que recuerdan al café, el chocolate y el regaliz.


Si todo va bien, la industria, en la que solo trabaja ahora la pareja, podría alcanzar los ocho empleados en los próximos dos o tres años. Aunque estos puestos de trabajo se quedan en Alcalá de Henares, Miguel Carlos Viñado destaca que, de forma indirecta, su negocio también generará empleo en la provincia de Teruel, al menos en el sector de la distribución y en el de la hostelería. Las cervezas Dos Torres y Tirwal han logrado ya una buena implantación en la Sierra de Albarracín y ahora preparan su aterrizaje en la capital turolense.