El partido comenzó muy disputado, con las fuerzas medidas y pocas aproximaciones, hasta que a mediados de la primera parte una buena jugada del conjunto de Joaquín Regalado fue terminada con un pase de la muerte de Tito para que Oliveros la mandara al fondo de la red, adelantándose así el cuadro local.

Con el uno a cero en el marcador llegaron los mejores minutos caseteros, pudiendo incluso llegar a marcar algún gol más, mientras que el Morata apenas inquietaba el portal defendido por Laborda.

Cumplidos los quince minutos de rigor, el Morata ganó el centro del campo y poco a poco despertó para empezar a generar sus ofensivas con mayor frecuencia, llegando con peligro.

El Casetas, con menos balón, pudo hacer sin embargo el segundo a la contra. Jorge dio el primer aviso con un remate bajo palos que se fue por encima del larguero y pocos minutos después, tras un rechace en una falta lateral, Andrei metió un zambombazo ante el que nada pudo hacer Laborda para evitar que se colara en su portería. No acabó ahí el arreón del Morata, pues nada más sacar de centro, un despiste de la defensa casetera dejó solo a Julio para que hiciera el segundo.

Con el cronómetro corriendo y llegando a su fin, los locales intentaron la heroica pero no obtuvieron premio, cayendo finalmente derrotados en San Miguel. Derrota que no debe minar la moral de un histórico del fútbol regional que llegó a militar en Segunda División B en sus tiempos de gloria. Ahora está sentando las bases para recuperarse. El Morata peleó para ganar en San Miguel.