Entre los 41 arrestados hasta el momento, acusados de participar en la batalla campal del 30 de noviembre, están los dos presuntos autores materiales de la agresión que costó la vida al miembro de los Riazor Blues: un taxista de Parla de 33 años y un joven de 21 años residente en Alcobendas. Ambos, miembros del Frente Atlético, fueron arrestados el martes por la Policía Nacional en el marco de la denominada Operación Neptuno, que continuó ayer con la detención de cinco radicales más, cuatro de ellos en Gijón, pertenecientes a la peña Ultra Boys del Sporting, y con antecedentes por otras peleas multitudinarias, entre otras, contra aficionados del Sevilla hace un lustro y seguidores del Génova en 2011.

También figura entre los detenidos una mujer, de 23 años. Ya estuvo involucrada anteriormente en el asalto que se produjo en la Nochevieja del pasado año al bar Río Duratón, el cuartel general del Frente cercano al Calderón en el que los radicales colchoneros protagonizaron un violento enfrentamiento, junto a los Ultras Sur del Real Madrid, como consecuencia de la división interna en el grupo rojiblanco. Entre los delitos que se les atribuyen a todos los detenidos se encuentran el homicidio (a los considerados responsables directos de la muerte de Jimmy), la tenencia ilícita de armas y otros objetos peligrosos y su participación en riña tumultuaria.

En la reyerta mortal del Manzanares participaron más de 200 ultras del Frente Atlético, de los Riazos Blues, y también de los Ultra Boys, de extrema derecha –al igual que los radicales colchoneros–, que mantienen eterna rivalidad con los hinchas del club gallego vinculados a la extrema izquierda. La Policía considera a uno de los homicidas de Jimmy al taxista detenido en Parla, casado y con dos hijos, exparacaidista y conocido miembro del Frente, apodado el Búfalo.

El otro supuesto autor de la muerte es un vecino de la localidad madrileña de Alcobendas arrestado como consecuencia de la macrorredada llevada a cabo por las Fuerzas de Seguridad el martes, no solo en Madrid capital y diversas localidades de la comunidad, sino también en Toledo (Seseña y Talavera de la Reina), Ávila y Cuenca. La operación policial, desplegada también en Asturias, continúa abierta, y ha dado como resultado que este miércoles alcanzase también a Ultra Boys, viejos conocidos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado arrestados anteriormente por incidentes similares. Los extremistas del Sporting se desplazaron el último fin de semana de noviembre a Madrid para apoyar al Frente Atlético en su guerra contra los Riazor Blues, con quienes supuestamente tenían pendiente una deuda.

Sin embargo, ninguno de los miembros de Ultra Boys identificados por su participación en la reyerta, como tampoco el guardia civil destinado en el cuartel de Rivas, ni el soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME), están acusados por la Policía de haber provocado de forma directa la muerte del ultra deportivista. En el caso del militar, éste defiende que se encontraba en Francia en la fecha del crimen y que había cedido su abono del Atlético a un amigo, mientras que se ha desvelado que el guardia civil detenido tiene 33 años y forma parte de la Benemérita desde 2008.