​Rastrillo solidario Carlos Sanz

El objetivo es financiar 200 becas de material escolar para niños en riesgo de exclusión.

Carlos Clos, Carlos Sanz y Félix Brocate, en la tarde de ayer.
​Rastrillo solidario Carlos Sanz
Aránzazu Navarro

Carlos Sanz tiene amigos en los vestuarios de prácticamente todos los equipos de la élite. En ellos se conoce bien la historia de este árbitro aragonés al que tanto le han cambiado la vida los cuatro trasplantes de hígado a los que se ha sometido desde 1998. Desde entonces, Carlos ha luchado como un titán para concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de la donación de órganos y, además, se ha propuesto mitigar el riesgo de exclusión social a través del deporte.


Muy resumidamente esta es su historia y lo que espera de tantos amigos como tiene: que le echen una mano en el empeño. En cada iniciativa que se propone lo consigue y el II Rastrillo Deportivo Solidario no podía ser menos. Ayer se inauguró en el hotel Boston con un objetivo claro: conseguir dinero para 200 becas de material escolar para niños en riesgo de exclusión.


El rastrillo se abrió por la mañana y a media tarde Carlos estaba muy contento de cómo iban las ventas. "Ha venido mucha gente", comentaba. Los más madrugadores ya hacían cola a las diez de la mañana para conseguir algunas de las camisetas firmadas por las estrellas de la liga de fútbol. Las de Ronaldo y Messi fueron las piezas más codiciadas y enseguida desaparecieron. Por la tarde solo quedaban firmadas las de Rakitic y de Fernando Llorente.


Carlos tiene amigos en todos los equipos y son ellos los que le han conseguido las preciadas prendas; las de los dos ‘cracks’ y las de otros como Neymar, Luis Súarez, Sergio Ramos, Negredo, James Rodríguez o los guantes de Iker Casillas. "Pero no solo –proseguía–, prácticamente hay de todos los clubes". Los jugadores del Real Zaragoza también han contribuido con equipaciones y grabando un anuncio para que la gente se anime a acercase este fin de semana. Además, el defensa Mario Abrante se pasó a media tarde y no paró de firmar autógrafos y de hacerse fotografías.


Pero hubo más visitas al rastrillo de la Fundación Carlos Sanz. Se dejaron ver el árbitro internacional Carlos Clos; la atleta Isabel Macías, y también se esperaba la presencia del entrenador del CAI Zaragoza, Joaquín Ruiz, y del pívot Albert Fontet.

Todos se dieron una vuelta y aprovecharon para hacer algunas compras. Y es que el material deportivo (camisetas, balones, zapatillas, sudaderas…) cedido por firmas como Adidas, Nike, Joma, Puma o Intersport es de primera calidad y se ofrece a buen precio. "La verdad es que está muy bien y lo mejor es que el dinero va destinado a una magnífica causa", comentaba el director general de Deportes, Félix Brocate.


Este fin de semana Carlos Sanz tiene puestos todos sus sentidos en el rastrillo pero ya está preparado para afrontar el 3 de enero, junto a su hijo Samuel, el ascenso al Teide, la cumbre más alta de las 17 que tiene previsto subir en dos años en las diferentes comunidades autónomas. "El reto está ahí –decía– y nos hemos propuesto conseguirlo en la mitad de tiempo". De momento, mientras llega esa cita, anima a los zaragozanos a acercarse este fin de semana a la primera planta del hotel Boston. Una buena causa les espera.