10 RAZONES POR LAS QUE PEATONALIZAR EL PUENTE DE PIEDRA

1. Por su valor histórico

El puente de Piedra es uno de los monumentos históricos más importantes de Zaragoza. Su imagen sobre las aguas del Ebro es consustancial a la ciudad y a su alrededor ha ido creciendo.

Accidente de un carro tirado por un burro en el puente de Piedra en 1950.
1. Por su valor histórico
ARCHIVO HERALDO

El historiador Guillermo Fatás siempre ha defendido el gran valor del puente de Piedra, "un lujo histórico que sería famosísimo si estuviera encajado en el cuerpo de otra ciudad europea de tamaño y antigüedad semejantes”.


El puente de Piedra explica la historia misma de Zaragoza y, aunque no hay peligro de desplome, los autobuses “no son de plumón y hacen vibrar a las arcadas miles de veces al año”, asegura el catedrático. Además, añade que este monumento debería contar con un plan específico para su mantenimiento “algo que por su historia y por su significación merece".


El catedrático recuerda que una de las personas que mejor conocieron y entendieron la historia de Aragón, Jerónimo Zurita, habló del puente de Piedra como "el más señalado y sumptuoso edificio destos reinos”. Y el historiador asegura que sigue siéndolo.


El devenir histórico del puente de Piedra ha marcado la ciudad de Zaragoza. Tal y como asegura el arquitecto Pérez Latorre, uno de los artífices de la última remodelación del monumento: "El puente de Piedra es anterior a la basílica del Pilar y cuando se construyó la Seo el puente ya estaba allí", explica.


Por su parte, Guillermo Fatás cree que “la historia del puente da para un buen libro de anécdotas. Y añade que " aunque no sabemos la forma que le dio Roma, su estructura visible fue de tablas". La historia narra como el puente fue destruído y rehecho en varias ocasiones y, con la conquista de Zaragoza por Alfonso I 'el Batallador', los reyes medievales se empeñaron en "contruir un puente incombustible", añade. Así surge el actual puente, "con su actual hechura en el siglo XV”, explica.


El puente de Piedra ha vivido numerosas rehabilitaciones ya que la fuerza del río y el paso del tiempo no perdonan. La peatonalización de este monumento ayudaría a conservalo.