SALUD

Uno de cada cinco españoles presenta riesgos de trastorno mental

Las mujeres salen peor paradas en el malestar físico y psíquico en la Encuesta Nacional de Salud 2006-2007. El número de fumadores baja hasta el 26,4% de la población.

Los problemas psiquiátricos o psicológicos acechan cada vez más a los ciudadanos, incluidos los menores, quizás debido al trepidante ritmo de vida. Uno de cada cinco españoles presenta riesgos de sufrir un trastorno mental, sean niños o adultos. Es uno de los novedosos apéndices introducidos en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2006-2007, que por primera vez ha medido este elemento en la macroencuesta realizada entre 38.600 personas. Pero tanto en el ámbito de posibles patologías psiquiátricas y psicológicas como en el de la salud física, la mujer es la que sale peor parada en este 'chequeo' de la población.


Así, entre el 21,3% de los ciudadanos de 16 años o más se detecta la prevalencia de posibles malestares (tristeza, angustia, estrés, problemas para dormir) que precisen en el futuro atención psicológica o psiquiátrica, si bien es mayor entre las mujeres (26,8%) que entre los hombres (15,6%). "La sobrecarga de trabajo en la vida familiar y laboral provoca que surjan síntomas entre las mujeres parecidos a la depresión", explicó el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, durante la presentación del estudio. Entre los 16 y los 24 años, el riesgo se duplica entre las mujeres (22,2%) respecto a los hombres (11,5%), y también a medida que avanza la edad.


Entre los niños y adolescentes de cuatro a 15 años, el 22,1% presenta riesgos de mala salud mental (23,2% de los niños y 21% de las niñas), un porcentaje que el alto cargo de Sanidad estimó 'preocupante'. Alberto Infante, director general de la Agencia de Calidad del Ministerio de Sanidad, matizó que "no se habla de diagnóstico, sino de riesgo". Se trata, subrayó de una "señal de alarma" que puede surgir cuando los menores presentan trastornos de hiperactividad y déficit de atención o problemas de relación con sus compañeros, entre otros. Martínez Olmos enfatizó que ante estas cifras entre los menores, abordar el problema constituye una 'prioridad'.


Autochequeo


En cuanto a la autopercepción de su estado de salud, los españoles vienen a contestar que 'bien, gracias'. Un 70% está satisfecho de su estado de salud, que considera bueno o muy bueno, aunque los hombres se muestran más optimistas (75,1%) que las mujeres (65%). Como es lógico, a mayor edad más achaques, y a partir de los 75 años sólo declaran sentirse bien un 41,6% de los hombres y el 29,1% de las mujeres. La clase social también influye: en la baja, la valoración positiva de la salud es del 70,8% de los hombres y el 60,5% de las mujeres; en la alta, este porcentaje asciende hasta el 84,4% en los hombres y al 75,9% en las mujeres.


Desde 1987, cuando se realizó la primera ENS, la satisfacción de los españoles con su estado de salud ha tenido una tendencia ligeramente descendente, como lo demuestra que era del 73,9% hace 20 años. Martínez Olmos dejó entrever que esta bajada de casi cuatro puntos puede deberse al envejecimiento de la población.


Si algo evidencia la encuesta es que la salud supuestamente más frágil de las mujeres parece tener más de una explicación. Entre ellas, que 'carga' con el peso de las labores del hogar (81,5% de las mujeres frente al 35,9% de los hombres) y, además, dedica muchas atenciones y más horas que el hombre al cuidado de los menores (85,9% y 50,8%, respectivamente), ancianos (58,5% y 32,4%) y discapacitados (64,3% y 33,2%).


La encuesta analiza por primera vez la calidad de la vida infantil en España entre los menores de ocho a 15 años, erigiéndose en pionera en este campo entre los países de nuestro entorno. Se valora si han estado con energía o tristes, si se han sentido solos, si han podido hacer lo que querían en su tiempo libre o si se han sentido tratados de forma justa por sus padres, entre otros aspectos. Se concluye que la media de calidad entre niños y adolescentes supera al índice de la UE (50), ya que se sitúa en un 61,8.


Tabaco, alcohol, obesidad


Para alegría de los responsables de Sanidad, se constata que el número de fumadores diarios sigue descendiendo y se sitúa ahora en el 26,4% de la población, seis puntos menos que en la encuesta de 1993. Por sexos, el porcentaje de fumadores es del 31,6% entre los hombres y del 21,5% entre las mujeres. El consumo habitual de alcohol, otro de los 'vicios' nacionales, afecta a casi la mitad de la población, un 48,4%. El consumo en cantidades consideradas de riesgo para la salud se sitúa en el 6,8% de los hombres y el 2,7% de las mujeres. Ambos sexos están en la franja de edad entre los 45 y los 54 años cuando el alcoholismo se convierte en un grave peligro . Estos datos no se pueden comparar con años anteriores ya que este indicador se construía de modo diferente.


Como se venía perfilando en anteriores encuestas, el problema del sobrepeso y la obesidad alcanza índices alarmantes, admitió el secretario general de Sanidad. No es para menos, ya que el estudio indica que se ha duplicado en 20 años. En 1987, más del 7% de la población mayor de 18 años tenía un índice de masa corporal igual o superior a 30 kg/m2 (límite para considerar obesidad) y en 2006 este porcentaje supera el 15% (16% de los hombres y 15% de las mujeres).


De cada diez adultos mayores de 18 años, cuatro tienen sobrepeso y 1,5 obesidad. Entre los niños de dos años hasta los adolescentes de 17 años, cerca de dos de cada diez tienen sobrepeso y uno de cada diez obesidad. A mayor edad, la obesidad es más frecuente, excepto en los mayores de 74 años.


La práctica de ejercicio físico, esencial para combatir estos problemas de salud de la sociedad moderna, no consigue extenderse a grandes capas de la población. Entre los mayores de 16 años, casi un 40% no realiza actividad física en su tiempo libre y en la población infantil, casi el 20% de los niños continúan siendo sedentarios.


Apoyo social y familiar


En general, la población española (96,6%) también valora positivamente su entorno y percibe que dispone de un buen apoyo social (interacción con otras personas, apoyo moral, etc.), según otro de las novedosos índices incluidos en la macroencuesta. Sólo un 3,4% de los ciudadanos percibe que este apoyo es bajo, y esta sensación suele aumentar a mayor edad. Además, la mayoría de las familias españolas funcionan con normalidad (cooperación, afectividad entre sus miembros, etc.), como lo atestiguan el 93,4% de los encuestados.


Entre los mayores de edad, casi cinco de cada diez afirman que no se valen por sí mismos y necesitan ayuda. El 65,6% declara que es capaz de realizar las actividades relacionadas con el cuidado personal, el 61,4% que puede encargarse de las labores domésticas y el 68,6% que tiene movilidad. Este porcentaje sobre las capacidades para la vida diaria ha descendido, en su conjunto, desde 1993 a 2006, de forma más acusada en las mujeres. En 1993, el 62,9% de la población mayor de 65 años (70% de los hombres y 58% de las mujeres) era capaz de realizar sin ayuda las actividades de la vida diaria. En 2006, este porcentaje es del 51,4% (60% hombres y 45% mujeres).