CIENCIA

Un proyecto universitario facilita a los discapacitados comunicarse sin hablar

Más de 1.800 personas se han descargado este sistema gratuito que ayuda a los niños a expresarse con solo pulsar un botón.

Joaquín Ezpeleta, director del departamento de Informática, y Carolina Palacio, que ha culminado la aplicación dentro de su proyecto
Un proyecto universitario facilita a los discapacitados comunicarse sin hablar
ESTHER CASAS

Un grupo de siete estudiantes de la Universidad de Zaragoza ha desarrollado durante los últimos cinco años un sistema que permite a los niños discapacitados comunicarse e interactuar con su entorno sin necesidad de hablar. Con él, el menor puede construir frases con solo apretar una tecla o un pulsador e, incluso, puede conectar la radio o apagar la televisión con ese sencillo ‘clic’. El proyecto está colgado en internet y es de acceso gratuito. Desde que se terminó hace cuatro meses ha sumado ya más de 1.800 descargas de distintas comunidades y de países como Argentina o Estados Unidos.


Este sistema -llamado Tico- ha nacido gracias a la colaboración del departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas del Centro Politécnico Superior y los profesionales del colegio de educación especial Alborada. Las dos partes han unido experiencias para desarrollar herramientas de apoyo a personas con limitaciones físicas o psíquicas y han dado forma a Tico. Pero, ¿cómo funciona esta aplicación?


Se basa en unos cuadernos con pictogramas que en el colegio Alborada utilizaban para que los niños con dificultades para comunicarse se hicieran entender. En estos librillos, aparece, por ejemplo, dibujado un vaso de agua. El menor lo señalaba para indicarle a la profesora que tenía sed. El problema es que estos pictogramas eran limitados y que a determinados niños con problemas de movimiento les resultaba muy complicado pasar las páginas sin ayuda.


Tico digitaliza esa galería de dibujos en la que ya hay más de 10.000 (elaborados por Sergio Palao para el Centro Aragonés de Tecnologías para la Educación) y salva el problema del límite de pictogramas. Además, estos se pueden ver en una pantalla y el niño pasa de unos a otros o los selecciona bien apretando una tecla del ordenador, bien con un pulsador colocado, por ejemplo, junto a la cabeza (como si fueran unos cascos, por ejemplo). El mecanismo depende de la movilidad que tenga el pequeño. “Se puede hacer un traje a medida para cada niño”, comenta Joaquín Ezpeleta, director del departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Zaragoza y de la herramienta Tico.


“De este modo, un niño puede seleccionar un vaso de leche y unas galletas para decir lo que quiere desayunar simplemente ladeando la cabeza para darle al pulsador. El ordenador transforma en sonido lo que ha elegido el niño. Es un avance para los menores con poca movilidad”, explica Carolina Palacio, estudiante de Ingeniería Informática que ha culminado la aplicación Tico como parte de su proyecto fin de carrera.


La aplicación puede configurarse también para que los pulsadores sirvan para apagar las luces o encender la televisión o bajar las persianas, por ejemplo. En este caso, un ‘hardware’ (desarrollado por e grupo tecnodiscap del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón) emitiría la orden a un receptor que se habría colocado en la televisión y que haría que esta se encendiera.


“Tico permite que cualquier familia se lo descargue, lo use y lo adapte a sus necesidades”, cuenta Ezpeleta. El proyecto está ya en la red y se trabaja con el Departamento de Educación para conseguir recursos con los que mantenerlo. “Esperamos que algún alumno se anime a seguir con él y alguna institución a financiarnos”, añade el director del proyecto.