EXPOSICIÓN

Un paseo por la gastronomía española, a través de los libros

Ferran Adrià ha sido uno de los comisarios de la muestra 'La cocina en la tinta', inaugurada en la Biblioteca Nacional.

Ferran Adrià.
Un paseo por la gastronomía española, a través de los libros
EFE

Del 'Tratado del arte de trinchar' que escribió con primor el marqués de Villena en 1423 a los ingenios científicos con los que Ferran Adrià crea hoy comida que es arte: una exposición recorre en la Biblioteca Nacional la historia de la gastronomía, que no es sino la de la sociedad en los últimos mil años.

Y es que ya Alfonso X daba consejos a sus hijos sobre las buenas formas en la mesa; uno de los primeros incunables conocidos trata del orden alegórico de los manjares y la forma de servirlos en la mesa; y el primer recetario conocido data nada menos que del siglo XIV, el 'Llibre de totes maneres de potatges de manjar'.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el cocinero Ferran Adrià -uno de los comisarios de la muestra- presentaron ayer este paseo culinario por la Historia de España, que no sólo saca a la luz el legado literario gastronómico que atesora la Biblioteca Nacional, sino también documentos, pinturas, grabados y enseres de cocina procedentes de otras instituciones. Un recorrido variado que hará las delicias de bibliófilos y aficionados a la gastronomía.

Adrià, creador de técnicas culinarias como la 'esferificación', que permite concentrar en pequeñas bolas similares al caviar los más diversos alimentos, insistió ayer en que "la cocina es cultura".

El chef apostó por que la exposición sea el punto de partida para dedicar un museo a la gastronomía, y recordó lo necesario del apoyo institucional para los cocineros, que "venden España".

Escritos científicos y médicos

El recorrido por la exposición, denominada 'La cocina en su tinta', se inicia por supuesto en los aperitivos, que acercan al visitante a la cocina de la Edad Media a través de obras como el 'Llibre del Sent Sovi' (alrededor de 1324), imprescindible para conocer la alimentación de la época.

Así, a través de los entrantes, los platos principales y los postres, el público podrá asombrarse de los muchos escritos científicos y médicos que inspiraron los nuevos alimentos encontrados en América, como el cacao, el maní, la patata y el café.

O arquear las cejas al comprobar que la correcta educación culinaria de la realeza era motivo de hondas disertaciones literarias hace cuatro siglos, como atestiguan los libros 'Nutrición real', de Pedro González de Salcedo (1671), y 'El estilo de servir a los príncipes', de Miguel Yelgo (1614).

Corría el siglo XVIII, y el pan nuestro de cada día protagonizaba nada menos que una 'Memoria político-económica sobre el pan cocido y medios de tenerle en abundancia de superior calidad y a precio equitativo', y en 1917, un tal Melquíades Brizuela aunó fervor patriótico y fogones en su 'Obra culinaria nacional', que incluía la marcha real española en versión pasodoble para piano.

'La cocina en su tinta' podrá verse en la Biblioteca Nacional hasta el próximo 13 de marzo, y viajará después a otros países.