SALUD

Un 80% de las muertes por hipertensión ocurren en los países en desarrollo

Las enfermedades cardiovasculares han dejado de ser un problema exclusivo de los países ricos y ya son endémicas en todo el mundo, según publica "The Lancet".

Las enfermedades cardiovasculares han dejado de ser un problema exclusivo de los países ricos ya que un 80% de las muertes relacionadas con la hipertensión se producen en países en desarrollo o de renta baja.

Esas son las conclusiones de un estudio llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y publicado en la revista médica británica "The Lancet", según el cual las enfermedades cardiovasculares son ya endémicas en todo el mundo y no se limitan a los países desarrollados económicamente.


Según sus autores, 7,6 millones de muertes prematuras -un 13,5 aproximadamente del total global- y 92 millones de años de vida ajustados por incapacidad -medida utilizada por la Organización Mundial de la Salud- son atribuibles a la hipertensión.


Aproximadamente, un 54% de las apoplejías y un 47% de las enfermedades cardíacas en todo el mundo se deben a la alta presión sanguínea.


En los países ricos, la proporción de muertes prematuras debido a la hipertensión era más alta (17,6%) que en los países de renta media o baja (12,9%).


Sin embargo, tomados los datos en su totalidad, un 80% de las muertes por esa causa se producen en el mundo en esos dos últimos grupos de países.


El grueso de las muertes por hipertensión corresponden a Europa del Este, Asia central, el este de Asia y el Pacífico (China incluida), seguidos del Sur de Asia (con la India).


Más de un tercio de todas las muertes en los países de renta baja de Europa y Asia central están relacionadas con la alta presión sanguínea, señalan los autores del estudio: Carlene Lawes y Anthony Rodgers.


En cuanto a cifras totales, los países ricos registraron 418.000 muertes por apoplejía, 668 000 por enfermedades cardiacas, 109.000 por las llamadas enfermedades hipertensivas y 197.000, por otras enfermedades de tipo cardiovascular, lo que da un total de 1,39 millones de muertes por una u otra causa.


Esas cifras son, sin embargo, muy inferiores a las registradas en los países de renta baja o media: 2,5 millones por apoplejía, 2,68 por enfermedades del corazón, 598.000 por enfermedades hipertensivas y 445.000 por otras de tipo cardiovascular, lo que totaliza 6,22 millones de muertes.


Según el profesor Stephen MacMahon, del George Institute for International Health, de la Universidad de Sydney (Australia), "los países de renta baja y media tienen una carga de morbilidad cinco veces superior a la de los países ricos, pero al mismo tiempo solo tienen acceso a menos del 10% de los recursos de tratamiento existentes en el mundo, algo que no puede continuar".


El riesgo se dispara


Según denunció esta semana la Federación Mundial del Corazón, más de 1.500 millones de personas padecerán hipertensión en el año 2025, es decir que, aproximadamente, uno de cada tres adultos mayores de 25 años, sufrirá uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.


Actualmente afecta a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo y, al no presentar síntomas visibles, el único modo de saber si se padece es consultar al especialista en salud cardiovascular para que lo compruebe. "Muy pocos son conscientes de esto y de si nuestro estilo de vida y nuestra herencia pueden estar aumentando el riesgo de que desarrollemos una enfermedad cardiovascular o que suframos un infarto", señaló el presidente de la federación, el profesor Shahryar Sheikh.


Al mismo tiempo, advirtió de que "si bien se prevé que el número de hipertensos aumente en un 50% en los próximos años, esto no tiene por qué ser inevitable", aunque es necesario adoptar cuanto antes cambios en el modo de vida que reduzcan los factores de riesgo. Así, se pueden evitar con ejercicio regular, no fumando y con una dieta más sana, baja en sal y grasas y rica en fibra, verduras frescas y fruta. En concreto, la hipertensión está relacionada con un consumo excesivo de alimentos salados.


Las enfermedades cardiovasculares y los infartos causan 17,5 millones de muertes al año, tantas muertes como el SIDA, la tuberculosis, la malaria y la diabetes, más todas las variantes del cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas juntos. Ese es el motivo por el que el Día Mundial del Corazón, que este año se celebrará el 28 de septiembre, se dedicará a animar a la gente a que conozca sus factores de riesgo.