Trabajo en la granja, voluntario y ecológico

Tradicionalmente, las personas que realizaban tareas de voluntariado dedicaban sus actividades al apoyo de distintos colectivos desfavorecidos, por lo general, de índole social. Sin embargo, parejo al desarrollo de la sostenibilidad, se viene extendiendo en España desde hace cuatro años otro modelo, el voluntariado medioambiental.

Wwoof es una asociación sin ánimo de lucro destinada a contactar voluntarios con ganas de experimentar en un entorno rural y granjas que trabajan principalmente con métodos ecológicos y sostenibles. «Trabajamos en España desde hace 4 años pero la asociación lleva trabajado más de 40 años en Europa y el resto del mundo», explican desde el departamento de Coordinación de Wwoof España.

Este modelo de voluntariado medioambiental huye de las etiquetas que actualmente se ponen en distintas ofertas alternativas. «Ni somos ni ofrecemos turismo ecológico», remarcan contundentes desde Wwoof España. «Nuestro objetivo principal es ayudar a la gente que quiere recuperar el campo y su modelo de vida mediante proyectos sostenibles», recuerdan. En Aragón se contabilizan un total de siete de estas granjas, dos en Zaragoza y Teruel respectivamente y tres más en Huesca.

La «biocontrucción» de Ca'n Santosha

Uno de estos lugares en los que se desarrolla un estilo de vida ecológico en Aragón es Ca'n Santosha. Un proyecto de «granja familiar» donde practican un estilo de «vida comunitario y sostenible» situado en el municipio de Undués de Lerda, en las cercanías del embalse de Yesa, explica su coordinador Shiddu Sintes, un mallorquín afincado en este municipio aragonés desde hace cuatro años.

Esta «finca abierta», que vive de una manera «respetuosa con el planeta», ofrece alojamiento, comida y formación a cambio de trabajo. Además se transmiten «valores y conciencia» para vivir de un forma «más sana, ecológica, sostenible» fomentando las relaciones sociales, explica el coordinador.

En Wwoof España hay muchas granjas y explotaciones ecológicas que ofrecen diversos programas, pero Ca'n Santosha destaca especialmente por el fomento de la «construcción no contaminante». En una clara «apuesta por la bioconstrucción», realizada con maderas y alpacas de paja, la granja ofrece un diseño bioclimático sin calefacción y que utiliza «poca electricidad», indica Sintes.

«Nuestro proyecto busca una transformación personal y social de los modelos de vida» porque que el ser humano «tiene unas potencialidades» que se pueden «desarrollar mejor» en un medio natural, en concordancia con la naturaleza «sin la presión social y laboral o de tener una hipoteca», argumenta Sintes.

Otras granjas sostenibles en Aragón

Ademas de la bioconstrucción de Undués de Lerda, en Zaragoza también se encuentra la granja ecológica Flores de Vida donde se practica la agricultura natural, sembrado y cosecha de árboles frutales y la construcción de infraestructuras o instalaciones.

Por su parte, en Teruel se encuentra el Maset, una masía situada en la sierra que limita con Castellón rodeada de un paisaje abrupto y salvaje en la que se combinan las teorías de la agricultura biomecánica con la permacultura -  así como las tareas de restauración de bancales o desbroce y limpieza del monte.

Además, en el Bajo Aragón también se localiza Paraíso Alto, un municipio despoblado en 1965 en el que se ha desarrollado una importante actividad comercial gracias al cultivo ecológico de verduras y hortalizas.

En pleno Pirineo se encuentra EcoSahun, una granja ubicada en el Valle de Benasque junto al Parque Posets-Maladeta en la que conviven burros, gallinas y gatos. Las tareas en Ecosahun van destinadas al cultivo del huerto, limpieza de pastos, reforestación y rehabilitación de la granja siempre respetando el carácter biológico e intentado recuperar las técnicas de antaño.