A simple vista es casi imposible distinguirlo del modelo anterior. El Surface Pro de quinta generación mantiene el alma elegante e industrial de sus predecesores. Pero, tras unos días de uso, hemos podido apreciar tres diferencias básicas: un comportamiento más fluido gracias a los procesadores Intel Kaby Lake, una duración de la batería mucho mayor y una bisagra que logra un ángulo de inclinación de casi 180 grados, perfecto para dibujar.

Rendimiento

Hemos estado probando el modelo armado con un i5 7300U a 2,6 Ghz, acompañado por ‘solo’ 4 GB de RAM y un pequeño disco duro de 128 GB (117 si descontamos Windows 10), ampliables por Micro SD. Cuesta 1.150 euros, sin teclado ni lápiz.

Su comportamiento es fluido en todo momento. A pesar de tener poca RAM, no hemos tenido problemas a la hora de ejecutar múltiples programas y pestañas al mismo tiempo. Carece de ventilación, por lo que es extremadamente silencioso. Se calienta si le exigimos mucho, pero nada exagerado que impida tenerlo cómodamente en las manos. Existe un modelo superior con un i7, ventiladores y hasta 16 GB de RAM, que dará más fluidez pero, seguramente, también restará algunas horas de batería.

En cualquiera de sus configuraciones, el Surface Pro 2017 –como todos los ‘surfaces’ que le precedieron–, es un equipo pensado para navegar por internet, utilizar Office, dibujar sobre su pantalla táctil y hacer pequeñas ediciones de fotografía y vídeo. No es un ordenador con la potencia gráfica suficiente para jugones, ni para aquellos que tienen la edición de vídeo o el modelado 3D como actividad profesional.

Pantalla y sonido

Tanto la pantalla como el sonido son dos apartados que se mantienen en la excelencia.

Con 12,3 pulgadas y una resolución de 2.736 x 1.824 píxeles que deja una densidad de 267 píxeles por pulgada, la pantalla se ve estupendamente tanto en interiores como en exteriores. Además, la respuesta táctil, tanto con los dedos como con el lápiz, es muy precisa y rápida.

Sin embargo, para algunos usuarios el tamaño del texto, de los iconos, menús y otros elementos, que viene por defecto, puede resultar demasiado pequeño. Tanto a la hora de leer como de seleccionar opciones con los dedos. Esto se puede arreglar casi por completo en la configuración, pero podría venir de fábrica con un tamaño más adecuado.

El Surface Pro tiene 2 altavoces frontales -muy buena posición para el consumo de contenido multimedia- que le dotan de sonido estéreo y que son bastante potentes sin perder la solidez y nitidez incluso con el volumen al máximo, pero que no te servirán para montar una fiesta.

Menos consumo energético

Además de fluidez, esta nueva generación de Surface también ha mejorado mucho la batería. La duración dependerá del uso, y calcular el tiempo que es capaz de pasar lejos del enchufe es todavía más complicado que en el caso de un móvil. Microsoft asegura 13 horas y media de reproducción de vídeo constante, claro que esto será con el wifi y el bluetooth apagado, sin tocarla y casi sin mirarla.

En el día a día, el Surface Pro 2017 es un equipo que puede aguantar tranquilamente 8 horas de uso moderado, pero que verá drásticamente mermada su autonomía en el momento en el que exijamos un poco más a su procesador.

Para los artistas

En el apartado de la experiencia de uso, este nuevo modelo también ha mejorado gracias a su bisagra que ha estado haciendo yoga y ahora es capaz de tumbarse mucho más, hasta una posición que Microsoft llama ‘modo estudio’, ideal para dibujar sobre ella. Por desgracia, aunque el precio de toda la gama se ha visto incrementado una media de 100 euros, ahora el Surface Pro no incluye el lápiz ni el teclado, que suman casi 300 euros más.

Los amantes de la fotografía no están de suerte. El Surface Pro cuenta con dos cámaras, delante con 5 Mpx y detrás con 8, pero ninguna de las dos es para echar cohetes, aunque te pueden sacar de un apuro prácticamente cualquier móvil hace mejores fotos o vídeos.

Para lo que sí que es muy útil la cámara delantera es para el desbloqueo con reconocimiento facial, que funciona sorprendentemente bien, aunque no siempre acierta. Gracias a los infrarrojos se puede usar también de noche.

Funda, teclado y ‘trackpad’

Escribir en este teclado es una auténtica delicia y es increíblemente fino y ligero. Además es retroiluminado, algo muy útil para los escritores trasnochadores.

Nos gustaría que el ratón fuera más preciso y su superficie mayor. Hemos tenido algún problema al hacer click secundario usando dos dedos, pero en general el comportamiento es correcto.

También echamos en falta estabilidad cuando escribimos con el equipo sobre el regazo o tumbados en el sofá.

Además la nueva generación viene con un nuevo tejido llamado Alcántara, muy similar a la textura de un suave sofá y muy fácil de limpiar.

Lapiz

Es caro (110 euros) pero sorprendentemente útil cuando te acostumbras. Destaca por su precisión y naturalidad de escritura. La parte trasera borra y tiene un botón de acceso directo al bloc de notas muy práctico.

Lo mejor es que es cómodo de utilizar, lo peor que funciona con una pila así que tendrás que estar pendiente de su nivel de energía.

¿Qué es y qué no es?

El Surface Pro 2017 es, probablemente el mejor híbrido. Como las anteriores generaciones, es un portátil que juega a ser tableta y que por el camino pierde estabilidad, algo a tener en cuenta si pretendemos usarlo muy a menudo sobre nuestro regazo.

Es un equipo completo, potente y fiable, muy portátil e ideal para el consumo de contenido multimedia. No es un PC pensado para la edición profesional de vídeo, ni para ejecutar los juegos de última generación. Tampoco es una tableta al uso, no tiene la fluidez ni la velocidad de encendido de estas, ni su enorme catálogo de aplicaciones. Es un elegante portátil, para un uso esporádico en modo tableta y que hará las delicias de los amantes del dibujo.

Aunque ha habido mejoras -sobre todo internas- algunos usuarios echarán en falta una renovación mayor y más puertos, sobre todo uno tipo USB-C que ya está prácticamente estandarizado.

Es difícil justificar el aumento de precio e imposible concebir el Surface Pro sin su teclado, que debería venir incluido al realizar la compra.

TAMAÑO. 292 x 201 x 8,5 mm.

PESO. 786 gramos (sin teclado)

PROCESADOR. Intel Core i5-7300U

GRÁFICOS. Intel HD Graphics 620

RAM. 4 GB

DISCO. 128 GB

SISTEMA OPERATIVO. Windows 10 Pro

CONECTIVIDAD. Wifi 802.11ac, Bluetooth 4.1

CÁMARA TRASERA. 8 Mpíxeles con autoenfoque

CÁMARA FRONTAL. 5 Mpíxeles con autoenfoque y reconocimiento facial para desbloquear

PUERTOS. USB 3.0, lector de tarjetas Micro SD, Mini DisplayPort, puerto de lafunda-teclado, alimentación y jack de auriculares.

PRECIO. 1150 euros

iPad Pro, el iPad que quiere ser portátil. Apple es reacia a poner un panel táctil a sus portátiles y sus fans se tienen que conformar con una funda con teclado. iOS 11 está mejorando la usabilidad aproximándose a lo que puede hacer un portátil,  pero todavía no es capaz de sustituir a un completo PC. Desde 730 euros sin funda-teclado.

Lenovo Miix, la copia descarada de Lenovo. Es un clon del Surface, un poquito más gordo pero también unos cientos de euros más barato. Además, su teclado se puede usar por separado, gracias a que posee batería incorporada. Desde 700 euros con funda-teclado.

El portátil con pantalla táctil. Para los que una tableta con Windows no tiene sentido y prefieren la estabilidad de un portátil, el Surface Laptop cuesta y tiene lo mismo que el Surface Pro, su pantalla es más grande y táctil, y además incluye teclado.