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Se buscan fondos para ayudar a Daniel

Daniel Suárez, de 44 años, sufre desde hace seis una enfermedad degenerativa, ELA. Hace 6 meses empezó una terapia asistida con un perro labrador, Nana, y se siente mucho más activo. Ahora, busca inversión para conseguir una máquina que le permita comunicarse.

Daniel Suárez ha desarrollado una estrecha relación con Nana durante las terapias
Se buscan fondos para ayudar a Daniel
ELSA TERCERO

A Daniel Suárez, un zaragozano de 44 años, le diagnosticaron hace seis una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que provoca una parálisis muscular progresiva, más o menos agresiva, y que es terminal. A esta patología se la conoce también por ser la que padece el físico Stephen Hawking. Daniel comenzó a ver que algo iba mal cuando se le quedó paralizado un dedo y su voz comenzó a ponerse más ronca. Ahora, apenas puede mover un dedo de la mano y tiene serias dificultades para comunicarse. Pese a todo, quienes le conocen destacan su fuerza de voluntad, su valor y, sobre todo, su alegría y sus ganas de vivir.

 

Hace seis meses, Daniel entró a participar en una terapia asistida con animales, que desarrolla la empresa Canem, pionera en Aragón en esta materia. "Se tratan de unas terapias alternativas que, a base de juegos, permiten mejorar la movilidad, la autonomía y, sobre todo, la autoestima", explica Francisco Javier Martín, director de Canem Adiestramiento. Estos proyectos se desarrollan siempre en colaboración con una Fundación o Asociación de la Comunidad aragonesa. En el caso de Daniel, se trabaja con Araela, la asociación aragonesa de enfermos de ELA.

 

"El perro sirve de catalizador para que las personas interactúen con él, se sientan activas y hagan algo diferente", explica Martín. Antes de conocer a Nana (la labrador que interviene en la terapia), Daniel se limitaba a pasar el día: se entretenía con el ordenador, veía la tele y daba algún paseo ("por supuesto, las salidas de la noche no se las quitaba nadie", cuentan sus amigos), pero con la terapia volvió a interesarse por algo nuevo. "Nosotros trabajamos con el animal a base de premios: cada vez que hace algo bien, se le da comida, y cuanta más relación haya entre el perro y el paciente, mejor", explica Martín. Para conseguir más autonomía con Nana, Daniel ayudó a diseñar un dispensador para darle de comer adaptado a su limitación: con un solo 'click' del ratón puede accionar el dispensador para que Nana coja el premio.

 

Pero el sistema es provisional, ya que Martín, que se ha implicado especialmente en esta historia, ha puesto en marcha el proyecto 'Dani'. "Queremos adaptar una 'tablet' a la silla de Dani (mucho más sencillo que el de Hawking) que le permita verbalizar lo que no puede decir y que, además, le dé la posibilidad de dar órdenes sencillas al animal", señala. "La relación que se ha creado entre Dani y Nana -que se ven una vez a la semana- es tan estrecha que hasta tiene una foto del animal en su habitación", cuenta Martín.

 

Daniel ve todo esto con mucha ilusión. "Más que por mí, lo veo importante por la gente que hay a mi alrededor, para que puedan entenderme, y también para ayudar a otras personas que hay en mi situación", cuenta Daniel, que incluso ha diseñado unos planos para el nuevo dispensador que Martín ya ha enseñado a una empresa de tecnología, BJ Adaptaciones. "Me dijeron que se podían llevar a la práctica y mostraron mucha predisposición", explica. Este aparato electrónico cuesta alrededor de 3.500 euros.

Daniel, "punta de lanza"

De hecho, después de llamar a muchas puertas de grandes empresas para lograr una financiación, finalmente ha conseguido el apoyo económico del parque infantil Indiana Bill (en Gran Casa). "Van a desarrollar una campaña solidaria por la que los ciudadanos podrán adquirir unos boletos para participar en un sorteo de tres balones, tres camisetas y tres banderines firmados por los jugadores del Real Zaragoza, e Indiana Bill se ha comprometido a poner el dinero que falte", explica Martín.

 

Por el momento, la campaña todavía está gestándose, aunque en los próximos días se colocarán pancartas y se podrán adquirir los boletos en el parque infantil.

 

El objetivo de Canem, Araela, BJ Adaptaciones e Indiana Bill es abrir camino para futuras iniciativas. "Nuestro propósito es que Dani sirva de punta de lanza para otras personas como él", asegura Martín. "Y que la sociedad sepa que hay ciudadanos que, como Dani, necesitan de su ayuda", dice.