JUEGOS

Print & Play

¿Quién dijo que los juegos de mesa eran caros? Con una impresora en color puedes confeccionar, en tan solo unos minutos, cientos de juegos distintos con los que pasar horas y horas de diversión. Es el Print & Play, la última moda. Si tienes tiempo, querrás.

Uno de los juegos.
Print & Play

Ni el Trivial ni el Monopoly, ni siquiera el Risk. La última tendencia en los juegos de mesa es el Print & Play (literalmente, imprime y juega), un fenómeno importado pero que está arrasando en España. Cientos de diseñadores de juegos ‘cuelgan’ sus creaciones en Internet para que otros aficionados, después de imprimir los componentes y las reglas, los jueguen. Así de sencillo, así de fácil. De este modo, juegos que no tienen cabida en la estrechísima y ultraconservadora oferta comercial, logran una segunda vida, mucho más libre, gracias a la red.


La oferta es abrumadora. Basta pasearse un rato por webs como Boardgamegeek o BSK para descubrir un universo nuevo. “Cada semana, en estos foros, se ‘cuelgan’ como mínimo dos o tres juegos nuevos. En mi blog, donde selecciono mucho y solo pongo los que a mi juicio son interesantes y merece la pena probarlos, ya ofrezco la posibilidad de descargarse más de 150”, señala el zaragozano José Carlos de Diego, una referencia en el mundillo.


El Print & Play es tan viejo como los ordenadores personales. Con una idea, un programa de diseño, un mínimo de conocimientos técnicos y dedicación, cualquiera puede diseñar un juego con apariencia más o menos ‘comercial’. ¿Qué hacer si nadie quiere publicarlo? Pues en la época del triunfo de Creative Commons, la respuesta está clara: ponerlo a disposición de los demás. “En realidad, Print & Play ha debido de existir siempre, pero ha sido ahora, con Internet y los ordenadores personales, cuando ha adquirido la difusión que tiene. A principios de los 90 ya podías bajarte algunos juegos, pero no tan ‘a saco’ como ahora. Hoy, nadie sería capaz de hacer y probar todos los que salen”.


En el Print & Play hay tres corrientes. Por un lado, los juegos originales, cuyos autores los ponen a disposición de todo el mundo para que disfruten de su creación. Por otro, los juegos descatalogados, aquellos que tuvieron un momento de gloria años atrás y que hoy son difíciles de encontrar. No todos los juegos descatalogados acaban en P&P, por una cuestión obvia: los derechos de autor. Pero cuando este apartado no está muy claro, o los derechos han caducado o vencido, rápidamente hay alguien que los ‘cuelga’ en la red. Es el caso de los NAC, unos ‘wargames’ de hexágonos que reproducían batallas famosas y que gozaron de gran éxito en la España de los 80. Ha habido varios intentos de reeditarlos comercialmente, pero no han salido adelante porque se desconoce quién tiene los derechos, si es que los posee alguien.

Ahora, con la fiebre ‘vintage’ que nos invade, muchos treintañeros han vuelto sus ojos a juegos como ‘Guadalcanal’, ‘¿Resiste Stalingrado?’ o ‘La guerra civil española’. Y lo que se han encontrado es... que es imposible localizarlos, y que cuando aparece uno en alguna web de subastas, se acaba vendiendo por 100 o 150 euros. Así que han acabado escaneados y a disposición de todo el mundo.

Los polémicos rediseños

Y, por último, hay una tercera vertiente, muy peliaguda: el rediseño. Como no se puede patentar la idea de un juego en sí, sino sus componentes, en teoría se puede copiar una mecánica y adaptarla a un tema. Es decir, que si eres un apasionado de ‘Star Wars’ puedes coger un juego y tunearlo con tus personajes favoritos. El tema, la ambientación, es quizá el principal factor de éxito de un juego. Pero esto tiene sus complicaciones, y muy a menudo juegos rediseñados que aparecen en Internet acaban teniendo que ser retirados por cuestión de derechos de autor.


En cualquier caso, el Print & Play está ahí, y se ha revelado como una formidable exposición de la cantera española de talentos. Hoy, en tan solo unos segundos, uno puede bajarse un juego de mesa tan complicado o sencillo como quiera. Hay quienes incluso van a casas especializadas para que les impriman fichas y tableros en cartón para que les dure más.

“Yo entiendo los juegos de mesa como una cultura libre -apunta José Carlos de Diego-. Así que me gusta compartirlo todo, no entiendo a los que hacen un juego y lo guardan en un cajón. Pero no hay que engañarse. No todo lo que es Print & Play es bueno... ni tampoco malo”.


De parecida opinión es el andaluz Alberto Corral, que en 2008 ganó el prestigioso premio de Granollers con Civicards, un juego de conquista espacial en el que se emplean cartas. También lo distribuyó gratis.


“Todos los juegos que hago, si estoy contento con el resultado final, los cuego en Internet -señala-. No tiene sentido hacer algo de lo que te sientes muy satisfecho para luego guardarlo en un cajón. Además hay una razón práctica, el Print & Play te viene muy bien para probar tus juegos, e incluso mejorarlos. Mucha más gente de la que yo pensaba se ha descargado los reglamentos y ha utilizado mis juegos. Yo estoy muy contento por ello, porque luego he recibido correos electrónicos en los que se me señalaban fallos o posibles mejoras, que he incorporado al reglamento”.


Una visión un tanto distinta tiene Perepau Llistosella, un maestro y sicólogo de 46 años que en 2008 ganó el premio internacional de Boulogne-Billancourt con su ‘Teseo o el laberinto de Minos’. El juego ha estado ‘colgado’ en Internet, gratis para todos, hasta que una prestigiosa editorial suiza firmó con él un contrato para distribuirlo en todo el mundo a partir del próximo otoño.


“Yo los juegos los subo a Internet un poco como escaparate de mi trabajo -asegura-. Pero es un poco frustrante porque recibo poco ‘feedback’. En cualquier caso, sí que puede ser un instrumento útil. Si aquí en España se ha desarrollado tanto el P&P es porque a los creadores no se nos hace apenas caso. En Francia y Alemania los autores tienen más salidas, y por eso no recurren tanto al Print & Play”.

Lo máximo con lo mínimo

“Un buen juego -subraya Perepau- debe dejar satisfechos a todos, al que gana y a los que pierden”. “Lo ideal es conseguir la mayor diversión posible con el mínimo de elementos y reglas. Si tienes tiempo para jugar, seguro que encuentras algo interesante que sea P&P”, concluye Alberto Corral. Quizá por eso, estos tres grandes autores son de los que han encontrado en Internet una plataforma para dar a conocer sus trabajos en todo el mundo.


Ahora es tu turno: imprime y ¡a jugar!