MERCERÍAS MUY DE MODA

Mercerías de moda: para muestra, un botón

Si seguimos el hilo, existen numerosas establecimientos que, lejos de extinguirse, continúan siendo imprecindibles en el tejido comercial de la capital aragonesa .

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HERALDO

Ni la crisis puede con ellas. Hubo un tiempo en que se pensó que era algo de otro tiempo, en desuso y, sin embargo, las mercerías están más de moda que nunca. Si seguimos el hilo de este pequeño comercio dedicado los arreglos de prendas y la modistería, encontramos numerosos establecimientos que, lejos de extinguirse, continúan siendo imprecindibles en el tejido comercial de la capital aragonesa.


Y qué encontramos en estos locales. Pues de todo: botones, hebillas, pasamanerías, borlas, cristales de Svarowski, cremalleras, banderas, mantones, trajes regionales, telas para confeccion de vestidos, cuentas para collares, lanas, hilo de coser, cordones, etc...


Algunas tiendas son casi centenarias, como Beltrán, en la calle Don Jaime; o Larraz, en el Coso, a las que se suman otras muy populares como La Golondrina, en San Vicente Martir; Novedades París (Torrenueva, 4); Tapicerías Miguel, junto a la Puerta del Carmen; o la Mercería El Siglo, (Cortes de Aragón, 46), con una clientela que lleva toda la vida acudiendo fielmente.


Hay mercerías que se renuevan y utilizan las nuevas tecnologías para llegar a más gente a través de páginas web y blogs, e incluso grupos de Facebook y cuentas en Twitter.

Labor formativa

La Mercería El Siglo, por ejemplo, innova constantemente con escaparates que juegan a imitar formas como, por ejemplo, ovillos de lana colocados en cajas, a modo de fruta. Este establecimiento, organiza además cursos de encaje de bolillos, de punto de cruz, patchwork, bordado en tul... da consejos en su blog sobre manualidades y también vídeos explicativos sobre diversas labores. También en La Golondrina se imparten cursos específicos más enfocados a la bisutería y la joyería.


También encontramos todavía pequeñas tiendas de arreglo de prendas junto a otras que son franquicias, como la empresa Tailor, presente en las grandes superficies comerciales de la ciudad. Y aún quedan modistas y costureras que trabajan a nivel particular, desde casa, para clientas y amigas.


Así que todavía hay mucha tela cortar en este oficio. Pese a que algunas echaron el cierre hace tiempo, como Almacenes García Ruiz, donde ahora está el Café El Real, en la calle de Alfonso; muchas otras siguen adelante, y hasta se puede comprar en ellas por internet.