Tercer Milenio

En colaboración con ITA

DAROCA

Palabras que sobrevuelan los barrotes

La revista de la cárcel de Daroca, 'La oca loca', cumple cinco años con un salto a Internet, que le permite alejarse de los muros de prisión y acercarse al exterior.

Los entusiastas fundadores del equipo de redacción.
Palabras que sobrevuelan los barrotes
RUBÉN PÉREZ BARRENA

Su primer día en la cárcel, en 1995, en Soto del Real, fue muy distinto al del protagonista de 'Celda 211'. Para empezar, él se presentó el día que le correspondía, no antes, y con el uniforme reglamentario. Y, además, en vez de un motín, se encontró con una charla de Pitita Ridruejo sobre los milagros de la Virgen. "Y eso marca", bromea Javier Mesa. Tanto, que su vida como trabajador entre rejas iría siempre ya encaminada a la cultura. Desde 2001, Javier trabaja en Daroca. Y, desde 2004, es coordinador del área de formación, a cargo de la escuela, eventos deportivos, talleres de escritura? "Siempre digo que tengo el mejor puesto, porque es la zona donde los internos tienen más libertad, ya que todo es voluntario", explica.


Y, entre todas esas actividades, a finales de 2005 llegó una de las principales: la revista de la prisión. Los textos fueron saliendo de ciclos de escritura y animación a la lectura y de conferencias en el propio centro. La DPZ les ayudó con el diseño y, 'voilà', 'La oca loca' empezó a volar. "Entonces -recuerda Javier-, los escritos eran muy 'talegueros', casi de consumo interno. Pero queríamos hacer algo con vistas al exterior. Si sabes que te van a leer fuera, te esfuerzas al máximo". Dicho y hecho. Y así, el año pasado, la revista salió de los barrotes para ofrecerse también por Internet, lo que permite un 'feedback' con lectores del exterior.


Se actualiza cada semana. Y todos los días trabajan en ella, ya sean unos u otros del extenso equipo de redacción, que alcanza los 20 internos. "La gente está muy implicada. Cuando trabajan en la revista, el tiempo se les pasa más deprisa, trabajan en común, les ayuda a conocerse?", apunta Javier. Y sus redactores no pueden estar más de acuerdo. "Nos da mucho aire aquí dentro. Para cualquier persona que le guste escribir, lo que quieres es que te lean", cuenta Pedro Betancourt, que tenía experiencia en la materia antes de entrar en prisión. Y ahora, más aún, porque en prisión ha escrito una novela, relatos, un poemario?


Su compañero Juan Arroyo ve la revista como el cuadro 'El Beso' de Klimt. "La chica lleva un manto de pobre, que está hecho de trocitos, que es en realidad muy rico. Así veo yo 'La oca loca'. Tenemos la limitación de estar dentro, pero a través de Javier está abierto hacia fuera", considera. En su opinión, sus textos reflejan la realidad del mundo según la viven allí. Pero no solo eso. También cuentan con muchas firmas invitadas y una temática variada, en la que no faltan ni los trabajos de sus compañeros del taller de cine ni las entrevistas, incluso, a la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo. Y la última fue toda una exclusiva: precisamente al director de 'Celda 211', Daniel Monzón. Un coloquio con preguntas elaboradas por los internos. "Estuvimos dos días preparándola", cuenta Javier, que se muestra agradecido porque, de las últimas cinco entrevistas que enviaron, nadie les había contestado.


El funcionario ve similitudes entre su revista y la cinta de Monzón. "Algunos la habían visto en los permisos y les había gustado cómo refleja la falta de contacto con el exterior, la dinámica interno-funcionario?", explica Javier. Y eso es justo lo que se trata de romper con la revista. "Da una visión distinta de la gente que está aquí, alejada de los tópicos. En una población de 500 personas hay de todo", deja claro. "Cada uno somos de nuestro padre y nuestra madre. Menos mal que Javier traga con todos. Lo único malo de él son las camisicas de cuadros que lleva", bromea Juan. "Aquí contamos con algo importante, que es tiempo -señala Pedro-. Además, nos sirve de desahogo y nos abre una puerta". Pues abierta queda, en la dirección www.revistalaocaloca.com