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Otro verano más sin piscina municipal

Los vecinos del barrio de La Almozara siguen insistiendo en que quieren y necesitan una piscina municipal a la que poder acudir. El Ayuntamiento, por su parte, afirma que es demasiado costoso. Algunos barrios rurales, como Alfocea, tienen el mismo problema.

Juan y José bajan al río a tomar el sol desde hace cinco años porque no hay piscina donde residen
Otro verano más sin piscina municipal
J. M. MARCO

Dos de los barrios con más población de la ciudad de Zaragoza, la Almozara y el Casco Histórico, se encuentran con problemas a la hora de ir a la piscina municipal. Bien porque no la hay o porque está demasiado lejos.


Los vecinos de La Almozara llevan mucho tiempo quejándose de que este barrio, en el que están empadronadas 25.984 personas, no tenga piscina municipal. Tienen que desplazarse a otros distritos como el Actur o al Centro Deportivo Municipal Ciudad Jardín, de Las Delicias, para poder bañarse en la piscina.


En vez de piscina municipal, alrededor del barrio hay dos instalaciones privadas. Está El Soto, que es de uso exclusivo para militares, y el Tiro de Pichón, de carácter privado. También está la opción de acudir a ‘La playa de los Ángeles’, como han hecho tradicionalmente los vecinos de La Almozara. Esta zona, una de las más concurridas, se suele utilizar para tomar el sol en las riberas del Ebro y, en algunos casos, para bañarse en el río. Esta peculiar ‘playa’ está situada entre el puente de la Almozara y la Pasarela del Voluntariado, a pocos metros de la confluencia entre las calles de Ésera y Sierra de Vicor.

 

Abrir instalaciones privadas

La presidenta de la Asocaición de Vecinos Ebro La Almozara lleva mucho tiempo insistiendo en que se solucione la situación. “El principal problema radica en que no hay piscinas de acceso público. Sí hay de carácter privado, como son El Soto y el Tiro de Pichón”, afirma. Los vecinos se ven obligados a coger el coche y acudir al Centro Deportivo Ebro, propiedad de la Diputación General de Aragón, a casi tres kilómetros del barrio para disfrutar de un día en la piscina. “Este problema lo compartimos también con la parte limítrofe de La Almozara con el distrito del Casco Viejo y las Delicias, no hay piscina municipal cercana a la que podamos ir a bañarnos”, denuncia.


Una de las soluciones que propone la asociación de vecinos del barrio es que “podamos acceder a las piscinas del Soto, que se abran al público o que se adecuen algunas zonas para los vecinos de La Almozara”, sugiere Mihi. Asimismo, en nombre de los vecinos, pide que se aproveche algún terreno o espacio de la zona para construir unas piscinas. “Soluciones hay –comenta-, solo hace falta interés político y voluntad”.


Desde el Ayuntamiento de Zaragoza informan de que la principal causa por la que no se han construido piscinas en el barrio de la Almozara es “por problemas urbanísticos, ya que no hay terreno suficiente”. Además, “al estar entre la ribera del río Ebro y la intermodal de Delicias, resulta complicado construir una piscina”. También recalcan que “las piscinas públicas son caras, desde su construcción hasta su mantenimiento. La idea no es hacer una piscina por barrio, sino hacer una piscina por zona de ocupación poblacional. Así se intenta satisfacer a todos”.


Un barrio vecino que comparte esta problemática en buena medida es el Casco Viejo. El distrito cuenta con piscina municipal, el Centro Deportivo Alberto Maestro, al que también acuden vecinos de Las Fuentes, pero, como el barrio se extiende desde la plaza de Europa hasta el Camino de las Torres, para muchos de los 44.755 habitantes las instalaciones públicas quedan lejanas.


En el caso de los barrios rurales, la distribución de las piscinas municipales es distinta. El Ayuntamiento de Zaragoza mantiene que “no se puede construir un centro deportivo municipal por cada barrio, sería un coste demasiado alto y serían los propios habitantes de los barrios rurales quienes tendrían que hacerse cargo de su manutención y cuidado”.


Montañana, por ejemplo, no tiene piscina municipal. Lo mismo pasa en Venta del Olivar, con 996 personas empadronadas, Alfocea, con 146, y Villarrapa, con 110 habitantes.

 

El consistorio aragonés destaca que Zaragoza, con 666.129 personas empadronadas, es una de las ciudades en la que hay más número de piscinas por habitante. En concreto, una por cada 30.278 personas. En Sevilla, con 699.759 habitantes, hay una piscina por cada 43.731 habitantes.