REINO UNIDO

Los diputados británicos estudian cómo frenar la inclinación del Big Ben

Un avión surca el cielo sobre la Torre del Big Ben, en Westminster, en el corazón de Londres.
El orden vuelve al espacio aéreo europeo
LEON NEAL/AFP PHOTO

Un comité del Parlamento británico estudiará medidas para evitar que la Torre del Reloj de Westminster o Big Ben continúe inclinándose, entre ellas la posibilidad de trasladar temporalmente la sede de la cámara, informa la BBC.


En octubre, un estudio elaborado por el Parlamento y el metro londinense, con vistas a la ampliación de una de sus líneas, reveló que el Big Ben se inclina 0,26 grados hacia el noroeste, lo que significa que, en su punto más alto, registra una desviación de medio metro con respecto a su eje.


Los expertos aseguraron entonces que, pese a esa inclinación, apenas perceptible para un observador atento, la torre no corre peligro de desestabilizarse. Además del Big Ben, el propio Palacio de Westminster, construido en el siglo XIX y sede del Parlamento británico, sufre deterioros y agrietamientos en su fachada.


Según la BBC, los diputados británicos debatirán desde en un comité cómo evitar una mayor inclinación del Big Ben con medidas como un posible traslado temporal mientras se llevan a cabo las labores de rehabilitación del edificio.


En la agenda de la sesión figura también una propuesta para que el edificio pueda ser incluso vendido, aunque la cadena pública británica la considera "altamente improbable".


La Torre del Reloj, con 96 metros de altitud, se erige majestuosa sobre la capital británica desde 1859 y alberga la Gran Campana de Londres, conocida como Big Ben, que le da nombre.


En sus alrededores se construyeron recientemente un aparcamiento subterráneo de cinco plantas y varios túneles para la línea de metro Jubilee, pero la inclinación del Big Ben es previa, aseguran los expertos. "Cuando comencé a trabajar en la construcción del aparcamiento era obvio que ya se inclinaba. Lo sabemos desde hace años y lo más probable es que se iniciase en una etapa muy temprana porque no hay grietas en el revestimiento del edificio", subrayó el profesor del Imperial College de Londres John Burland, encargado de supervisar las obras del aparcamiento.


Para Burland, lo más probable es que la inclinación se iniciase durante el propio proceso de construcción de la torre, antes de que se fijase su revestimiento. En cuanto a las grietas en el Palacio de Westminster, este experto dijo que "llevan ahí años" e, incluso, pueden resultar "beneficiosas" para la estabilidad del edificio.


El Big Ben "se mueve más de lo provocado por la línea Jubilee y este movimiento se ha concentrado alrededor de las grietas. Si no fuese así, encontraríamos grietas en otros lugares", añadió Burland.


"Si te paras en la Plaza del Parlamento y miras hacia la torre, puedes ver que se inclina ligeramente hacia la izquierda, pero yo no le daría ningún sesgo político", bromeó Burland.