GASTRONOMÍA

Los "crudívoros", una tribu sin fuego en el XXI

Los "crudívoros" siguen la dieta más antigua que existe: no cocinan los alimentos porque dicen que así evitan la pérdida de enzimas necesarias para la digestión. Están convencidos de que la comida cruda es más sana y evita enfermedades.

Un colectivo de personas de naturaleza higienista y naturalista sigue una dieta basada en la alimentación cruda, la llamada "crudivegana", con la que afirman cuidan su organismo y evitan enfermar en pleno siglo XXI. Los "crudívoros" defienden que es el único régimen que no desvirtúa o destruye las propiedades de los alimentos, y que lo llevan a cabo porque al cocerlos, las enzimas se pierden, "y estas son necesarias para la digestión", explicó Balta Lorenzo, la persona que introdujo esta dieta en España hace ya 18 años.


Según Balta, esta es la dieta más antigua, ya que antes de descubrir cómo hacer fuego, las personas se alimentaban como el resto de los animales, es decir, con comida cruda. "La cocina no existe en la naturaleza, no hay plantas o árboles que den frutos cocidos, por lo que lo natural es el alimento crudo", aseguró Balta.


Siguiendo a Pitágoras


Este "crudívoro" de barbas y pelo blanco decidió seguir esta dieta tras leer a varios autores, como Pitágoras, y después de llevar tres años como vegetariano. En su búsqueda constante por encontrar la dieta más saludable, Balta descubrió la "crudivegana" al leer recomendaciones de médicos a enfermos crónicos para que la llevaran a cabo, así que pensó que si era bueno para ellos, también lo sería para los sanos.


"Si haces este tipo de dieta, no enfermas, y en caso de un enfriamiento, con comer menos o hacer ayuno, el cuerpo se regenera, ya que aumenta la energía vital", señaló Balta Lorenzo.


La dieta crudívora implica a todos aquellos alimentos que se pueden comer crudos: frutas, semillas de girasol, sésamo; frutos secos como las nueces; raíces como las zanahorias y remolachas; vegetales como el repollo, coliflor; brotes y ensaladas de hojas, tallos, flores de zapallo, etc.


Según los "crudívoros", estos alimentos que no han sufrido modificaciones por la temperatura ejercen efectos benéficos sobre el organismo humano ya que mantienen intactas sus propiedades físico-químicas y nutricionales y son fuente de elementos esenciales para el mantenimiento de la salud, como es el caso de las vitaminas, minerales y ácidos grasos.


Además de seguir este curioso plan nutricional, Balta y algunos de sus análogos viven rodeados de naturaleza y practican el nudismo a diario en "La Cascada", una finca situada en la sierra del municipio malagueño de Ojén, que reúne, o bien por temporadas, o de forma permanente, a los menos de cien "crudívoros" confesos de España.


Pero no solo España tiene algunos adeptos a este estilo de vida. Alemania, Gran Bretaña, EE. UU. o Filipinas son otros países que tienen seguidores, algunos muy reconocidos, como el doctor Douglas Graham, que prepara a deportistas de elite. La dieta "crudivegana" cuenta en algunos de estos países con programas de televisión, revistas especializadas, institutos o restaurantes de lujo.


Balta informó de que los días 12, 13 y 14 de septiembre, con la luna llena, "La Cascada" acogerá el primer Festival Internacional de "crudívoros" en España, donde se reunirán más de cien personas de todo el mundo. Durante esos días, divulgarán su dieta y sus vivencias y harán actividades como yoga, biodanza o meditación. El objetivo es conseguir que las personas que acudan se enteren de la existencia de esta dieta e informarles de las ventajas que posee para el organismo humano seguir el "crudivorismo".


Muchas de las personas que visitan la "sede" española lo hacen porque tienen problemas de salud o de adicciones. "Aquí se han convertido al "crudivorismo" personas que vinieron enfermas de sida, de cáncer, comedores compulsivos o adictos a la cocaína, y los que no se curaron, mejoraron", aseguró Balta.


Variaciones de la misma dieta


Por su parte, Curro Ruiz, que llegó hace un mes y medio a la finca, señaló que lo hizo porque su vida no ha sido "fácil" y que buscaba una paz interior que ahora ha encontrado gracias a esta dieta. "Me es fácil comer crudo, es sano y así lo siento en el cuerpo, me siento nuevo, otra persona", confesó el nuevo adepto.


La dieta "crudívora" tiene la variante "frugívora", en la que solo se ingieren frutas, y en países como Francia, cuenta con la corriente "Instinto Nutrición", que incluye una alimentación de carne, pescado y huevos crudos.