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Las mascotas también sienten la crisis

Miki está "en paro". Le echaron de casa a causa de la crisis porque los planes de ahorro no permitían un gasto adicional para su manutención. En estos tiempos cada céntimo cuenta. Ahora, este perro está viviendo con Viorica, miembro de una familia de acogida voluntaria perteneciente a la protectora Alborada de Zaragoza.

"A causa de la crisis económica notamos que hay más gente que abandona a sus animales, en especial a los gatos. Pero también hay gente que se interesan por la adopción", afirma Mar García, presidenta de la asociación Alborada.

En los meses de mayo, junio y julio los voluntarios -que invierten su tiempo en la protectora de forma totalmente altruista- han recogido 20 animales de la calle. García señala que "mucha gente no piensa las consecuencias antes de comprar un animal y se sorprende del coste económico y la responsabilidad que conlleva". Por ello, el Gerente del Colegio de Veterinarios, José Luis Yus, aclara que "no es obligatorio tener una mascota, solo responsabilidad". En estos tres meses, han entregado 18 animales en adopción, nueve menos que el año pasado.

La presidenta de la asociación comenta que "gracias al gran esfuerzo de un grupo reducido de personas tenemos unos animales felices, sanos y sociables". Y hace un llamamiento a la Administración: "Debería facilitar el trabajo voluntario de las asociaciones protectoras y facilitarles su labor de control con la Ley de Protección Animal". Asimismo, hace especial hincapié en que "se abandonan animales durante todo el año, no solo en verano".

Alborada, con 140 socios y 10 padrinos, colabora con casas de acogida, clínicas veterinarias y organizaciones europeas especializadas en adopciones.