LA CONTRA

Jubilados con las botas puestas

Secot, asociación que reúne a retirados que asesoran gratuitamente a empresas, recibe a la primera mujer en sus filas.

Mayores, pero no viejos. Con esa lema van cada día a trabajar los miembros de Secot a la Cámara de Comercio de Zaragoza
Jubilados con las botas puestas
DIEGO GARCÍA

"No quiero que me entierren con todos los conocimientos que he acumulado en 50 años". La sentencia es de Javier Vela. Tiene 85 años y -no es broma- sigue trabajando. "¡Y empecé a los 14!", informa. Pero se siente con ganas de continuar y hoy se aplica dando consejo a las empresas que solicitan su ayuda. La suya y la del resto de compañeros de Secot, una asociación formada por jubilados que han tenido responsabilidades en el mundo de la empresa y, ahora, usan su experiencia para asesorar a personas y entidades de forma totalmente gratuita.

 

Su presidente en Aragón, Federico Pellicer, lo tiene claro: "Si a los 65 años hubiéramos dicho adiós, nos habríamos convertido en inútiles". A su lado está Isabel Julián, la última incorporación a este grupo de casi 80 personas. Y la primera mujer. "Nunca hemos estado cerrados a la presencia de mujeres. Cuantos más, mejor", explica Federico. Isabel ha desembarcado en la asociación con ganas. Y con un compromiso claro: "Creo que mi misión es dar el mensaje a la mujer de que, en este momento crítico que vive la sociedad civil, necesita estar trabajando activamente", opina. Isabel presidió, durante once años, la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Aragón y, desde septiembre, es una más de esta comunidad que no puede parar. "La actividad genera actividad. Y en España se despilfarra el talento, tanto como el agua o la energía", considera Isabel.

 

No es su caso, ni el del resto de séniors que componen Secot. Además del asesoramiento altruista a pymes, jóvenes emprendedores u oenegés, estos peculiares trabajadores, que tienen su sede en la Cámara de Comercio de Zaragoza, también colaboran con la Universidad, organizan jornadas? "Si dejas de estar en activo -comenta su presidente- te haces invisible". Por este motivo, están más que de acuerdo en que una persona de 81 años sea la elegida para presidir RTVE. Aunque con matices. "Está muy capacitado y puede aportar mucho", opina Isidoro Martín. Isabel, más crítica, le replica: "Sí, pero lo han puesto en una empresa puntera en Nuevas Tecnologías, va a necesitar mucho asesoramiento".

 

Entre ellos, se nota, hay camaradería. Y es que su filosofía es clara: "Nosotros no usamos ni el candor ni la hipocresía", afirma Javier. E Isidoro le da la razón: "Si viene alguien con algún proyecto inviable, no lo apoyamos. Nos podemos permitir ser objetivos. Al resto de centros similares les falta eso: experiencia y entusiasmo". Y lo tienen. Además de no contar con ayudas, casi tienen que rascarse el bolsillo para trabajar, porque pagan una cuota anual. Y tan contentos. "En mi casa, están encantados", reconoce Isidoro. "Yo, las veces que más feliz me he sentido tras la jubilación, han sido con proyectos de aquí", apunta Javier. "Pues mi mujer me dice que estoy loco", les responde entre risas Federico.