Ex futbolista y entrenador

Juan Señor: "Sufro mucho viendo jugar al Zaragoza y a España"

"Quiero y siento el Zaragoza. Ahora no veo conjunto ni identidad propia", dice el ex futbolista y entrenador.

Juan Señor, siempre sonriente.
Juan Señor: "Sufro mucho viendo jugar al Zaragoza y a España"
OLIVER DUCH

Cada vez que veo jugar a España me acuerdo de usted. Puebla, México, frente a Bélgica. Un zurdazo desde el quinto pino al corazón de Jean Marie Pfaff.

Me hace sentirme más joven.

Pero perdimos, Juan, perdimos. Siempre perdemos, Juan.

España ha tenido muy mala suerte en los Mundiales. En México 86, Pfaff le paró un penalti a Eloy. En la tanda, metimos cuatro de cinco, que es mucho meter, y perdimos.

El fútbol es así.

Mire los casos de Cardeñosa o Arconada. Nos acordamos de sus errores, cuando fueron dos talentos extraordinarios.

Insisto en que cuando me acuerdo de usted, sonrío.

He vivido grandes momentos en Zaragoza. Del 82 al 86 también disfruté de una época maravillosa con España.

Arconada, Camacho, Goicoechea, Maceda, Gordillo, Víctor, Sarabia, Santillana, Zubizarreta, Gallego, Francisco? ¡Vaya peloteros!

Teníamos grandes futbolistas, hombres capaces de hacer gestas, como la goleada a Malta?

Otro zurdazo suyo, Juan.

También el subcampeonato en Francia y la eliminación en México después de jugar de cine.

El Zaragoza también jugaba de cine cuando usted era el guionista.

Añoro mucho ese tiempo, ese equipo, ese fútbol ofensivo.

Todos lo añoramos.

Al público de La Romareda le gusta el buen fútbol porque ha visto jugar a grandes futbolistas. Así de simple. Mi Zaragoza, el de Beenhakker, jugaba de categoría.

Me temo que todo eso pertenece al pretérito, amigo.

No hay patrón de juego, no hay jugadores de entidad. En mi Zaragoza solo se marchaban futbolistas al Madrid y al Barça. En La Romareda no ganaba cualquiera. Ahora no queda casi nada.

¿Por qué los mandamases del Zaragoza no cuentan con Señor?

Eso se lo tendría que preguntar a ellos o a los que les asesoran deportivamente.

¿Cómo se lleva con Agapito?

Mi experiencia como jugador, como entrenador y mis estudios titulados como director deportivo no comparten su filosofía futbolística ni muchas de sus decisiones. Aunque he coincidido con él en algunos actos, jamás hemos tenido una conversación en serio. Con Soláns sí he comido y compartido varios momentos; pero tampoco he conversado detenidamente con él del Zaragoza ni de nada trascendente relacionado con el club.

¿Qué piensa del nuevo icono del zaragocismo, Ander Herrera?

Puede ser un buen jugador. Si es humilde, tiene muchas posibilidades. No sería bueno encumbrarle demasiado ya que aún le queda bastante por mejorar. Además, un equipo se hace con un grupo y no dependiendo de un jugador.

¿Qué futuro aguarda?

Zaragoza es mi club, mi ciudad. En mis buenos tiempos, pude irme a un grande, y no me fui. Quiero y siento Zaragoza y el Zaragoza. Ahora no veo conjunto ni identidad propia. Añoro los tiempos de funcionamiento como club en donde se tenía en cuenta al socio y elegía a sus dirigentes. Creo que muchas SAD, incluido el Zaragoza, van a terminar de romper la historia de cada club y ese sentimiento verdadero.

¿También lo pasó mal viendo perder a España ante Suiza?

Claro. Sufro mucho viendo jugar al Zaragoza y a España. La derrota puede ser incluso buena si la saben leer los jugadores. Además, España juega muy bien, acaricia el fútbol. Eso es lo que predico y lo que le digo a los chavales.

¿Entrenó profesionalmente y también trabaja con los chavales?

Sí. Entrené durante unos años en Segunda fuera de Zaragoza, aconsejado por uno de los técnicos que actualmente continúa. Me dijo que era bueno que me fogueara fuera y así, dentro de 2 o 3 años, me empujaría para que entrenenara al Zaragoza. Después de ese periplo, aquí sigo con los chavales durante 21 años consecutivos. Este año vamos en tres turnos a Ágreda, del 1 al 27 de julio. Es el 'Campus Juan Señor'. Es para chavales de 6 a 15 años. Por allí han pasado Longás, Zapater, Soriano, Lafita, Ander? Allí estaré durante julio. A ver si España nos da una alegría en este mes.