MARÍA PATIÑO

«La gente me pide por la calle que dé más caña»

Entrevista con la tertuliana María Patiño, uno de los personajes de televisión más antipáticos, ranquin mediante.

María Patiño confiesa que es una maniática de su pelo.
«La gente me pide por la calle que dé más caña»
R. C.

No será de las que dice que ve los documentales de La 2...

En alguna ocasión los he visto porque me encantan los animales, y a mi hijo también. Pero la verdad es que veo de todo, depende de cómo tenga el día.


¿Qué le pide el público por la calle?

Que dé más caña.


¿Quién le saca de sus casillas?

Las personas que mienten por amistad.


Y ¿quién la deja a cuadros?

Creo que está mal decirlo, pero he visto tantas cosas que no me sorprendo fácilmente.


Algunos dicen que finge sus cabreos...

En mi vida no hay nada que sea fingido, por desgracia. La verdad es que me ahorraría bastantes disgustos.


¿Le molesta que hablen de esa vena que le sale?

Para nada. A veces me lo dicen como si me estuviesen ofendiendo, pero a mí me hace gracia. Me sale la vena porque tengo una distensión en el cuello y, a la hora de hablar con un tono elevado, sale. Aparte, tengo problemas de circulación. Es como si me dijesen bajita, pues sí, lo soy.


¿Su madre no le dice que se calme?

La gente que me quiere siempre pretende que no me meta en charcos porque sufre, pero yo considero que a mí me pagan para que me meta en charcos.


¿Se sigue paralizando delante de Antonio Banderas?

Ya no. Soy una persona muy tímida y hay determinadas situaciones y personas que me paralizan, pero siempre cuando no tengo un micro delante. Cuando lo tengo, me envalentono.


Suele ir subida en unos taconazos al estilo de doña Letizia, ¿alguna coincidencia más?

Se supone que las dos somos periodistas y yo también tengo mi pedazo de príncipe.


¡Y hasta clubes de fans!

Sí, los 'patifans', con un decálogo y todo.


Dicen que como contertulia gana más que algunos presentadores. La consideran una colaboradora estrella.

¡Dios mío! ¿Eso es un rumor o qué? No me creo una colaboradora estrella, aunque es cierto que siempre he llamado más la atención que el resto de mis compañeros. Una es estrella después de muchos años en televisión y de demostrar mucho más de lo que yo he demostrado.


¿Se atrevería con un desnudo en una revista?

Me lo han propuesto. Y, si no me ha visto, se puede imaginar...


Pero no le hace falta operación bikini...

Me encantaría estar mejor. Me cuido mucho y hago deporte porque no soy de genética agradecida. A mi cuerpo le doy bastante caña.


¿Se operaría algo?

Me operaría entera, pero el problema es que me da pánico y el miedo me paraliza. Pero aún puedo tirar con lo que Dios me ha dado.


¿La invitan a cenas para que cuente chismorreos?

No me invitan, pero mis amigas, cuando ceno con ellas, lo primero que me piden es que les cuente chismorreos. Lo normal.


¿Es la reina de la peluquería?

La reina de la peluquería, no, pero maniática de mi pelo, sí. Es la única manía, además bastante extrema, que tengo.


Es una mujer de armas tomar, ¿asusta también en la vida?


No, yo no asusto a nadie. ¡Ojalá asustase!


¿Cuántas veces le han dicho que se parece a Rosario Flores?


¡Ufff! Muchísimas, sobre todo antes, que tenía el pelo más rizado y más oscuro.


En un ranquin, la situaron como uno de los personajes más antipáticos de la televisión.


Es consecuencia de la imagen que proyecto. Pero también me sacaron en un ranquin como una de las periodistas más creíbles de este país.


¿Sigue queriendo ser actriz tras su cameo en 'Torrente'?

Es una profesión frustrada que creo que nunca conseguiré.