Belén Esteban y el teléfono 'escacharrado'

'Maaaaaaama, que he aprobado todo, pero todo todo'. Ni qué tal, ni cómo estas, ni cuanto te echamos de menos, ni que pelos más desteñidos llevas... Las primeras palabras que Belén Esteban escuchó de su hija después de más de dos meses sin poder hablar con ella, es que la jovencísima Andrea había aprobado todo.

Y con las notas llegó el espectáculo. El teléfono rojo, que más bien parecía un teléfono roto, sirvió para que madre e hija se intercambiaban mensajes sin escucharse. "Maaaaaaaaaaaama, que he aprobado todo, todo, todo. Y que los tíos te quieren mucho y los primos también", repetía Andrea sin dejar de gritar. 

Y Belén loca de contenta, porque a ella, más que el maletín de ganadora, lo que le importa es que su Andrea apruebe todo,. "Mi niña, ay mi niña, mi niña, mi niña" repetía hasta la saciedad, mientras la heredera le insistía en lo mucho que la querían todos.

Pero a Belén, le importaba más si Andrea se iba a ir de viaje de estudios y si 'Miiiiiiiiguel' le había comprado ya la maleta. Los consejos maternos se sucedían con una de cal y otra de arena, ya que Belén le insistía a su hija en que disfrutara y se lo pasara bien, pero con cabeza, no le fuera a pasar lo mismo que a Chabelita y a Gloria Camila. Esta última frase no la dijo en directo, sino en una conversación con sus compañeros de 'Gran Hermano Vip'. Una charla en la que se fue de la lengua y que dará mucho de sí en 'Sálvame'  y si no tiempo al tiempo. 

Lo que sí le dijo ayer en directo a Andrea es que, en cuanto salga de la casa, la va a llevar a ver a Justin Bieber a donde ella quiera, como si es al fin del mundo. Una promesa que aumentó la emoción de la niña que le pidió que no siguiera por ese camino porque si no, le iba a hacer llorar. Y con una que lloraba había bastante, porque Belén no dejó de gimotear y palmotear durante toda la conversación. 

Una vez más, la hija parecía la madre y viceversa, porque, con gran cordura, la primogénita de Jesulín de Ubrique le insistía a su madre en que la quería muchísimo y le animaba a "aguantar" hasta el final porque fuera todos están estupendamente, la abuela, sus tíos y 'el Miguel', con acento en la 'i' porque esta familia acentúa donde mejor les parece.

Apenas tres minutos de conversación, que culminaron cuando Jordi González anunció que ya había veredicto de la audiencia, que una vez más decidió que Belén se quedara en la casa en detrimento de Chari quien, compuesta y sin novio, abandonó Guadalix de la Sierra con destino al plató. 

En casa, Belén volvió a protagonizar un momento hilarante que pasará a los anales de 'GH Vip'. Testigo de él fue Joao, un joven brasileño, que tiene que convencerles de que es concursante de 'Big Brother Brasil' y al que Belén le gritaba como si fuera sordo.

Que la de Paracuellos no es políglota, no hace falta que lo jure, porque fue incapaz de entenderle ni una sola de las frases que el joven pronunció en portugués y no en lenguaje de signos.

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