ESTAFA EN LA WEB

El timo del perrito por Internet

María Lapuente García denuncia la estafa que ha sufrido al intentar comprar un bulldog inglés a través de Internet. Le ofrecían un cachorro por 160 euros, pero debían enviárselo desde Camerún.

Es imposible describir la rabia, la impotencia que sentí cuando descubrí que se trataba de una estafa", indica María Lapuente García, una vecina de Zaragoza que intentó comprar un bulldog inglés para su hijo a través de Internet y fue víctima de unos timadores.


A través de una página web de anuncios clasificados, Lapuente entró en contacto con una mujer que decía llamarse Karen M. S. y que vivía en Valencia. "Decía que había tenido una camada que no podía mantener y me ofrecía un perro por 160 euros. Solo me cobraba el transporte". Era una gran oportunidad porque "los perros de esta raza cuestan entre 1.000 y 1.200 euros".


Durante las dos semanas que le costó decidir si comprarlo o no, Lapuente mantenía contacto con la vendedora a través del móvil y el correo electrónico. Por estos medios recibió instantáneas de su futuro perro e, incluso, de Karen M. S. y de su familia. "Solo nos pidió que, de vez en cuando, le enviásemos alguna fotografía del animal para que supiera que se encontraba en buen estado".


"Cuando le dijimos que nos quedábamos con el perro nos contestó que el animal estaba en Francia y que nos lo enviaría desde allí". Sin embargo, cuando Lapuente pidió los datos para hacer la transferencia de dinero, recibió una dirección de Camerún.


Karen M. S. les explicó que había tenido que mudarse y que les enviaría el perro a través de Air France, porque era la compañía aérea con mejores veterinarios y donde mejor tratarían al cachorro que tenía, justo, 12 semanas. Les indicó que el animal llegaría con los papeles de vacunación en regla y les sugirió que realizasen la transferencia a través de Wester Union o Money Gram porque eran más rápidos. "Tenía tanta prisa por enviarnos el animal que tuve que salir un sábado a buscar un ciber-café abierto para mandarle el dinero".


Todo estaba listo para que el perro iniciara su viaje a Zaragoza pero, una vez que Lapuente envió el justificante del pago, recibió una llamada de teléfono desde Camerún. El cachorro estaba retenido en el aeropuerto. "Supuestamente, los veterinarios pedían 200 euros para que el perro pudiera viajar en una jaula con temperatura regulada porque iba a hacer mucho frío. Hasta que no recibieran el dinero el animal no volaría y por cada día de retraso nos pedían 25 euros para pagar su mantenimiento en el aeropuerto". Lapuente empezó a sospechar y buscó información en Internet.


"Descubrí que había muchos casos de estafas con perros que enviaban desde Camerún y decidí no pagar más". Pidió a la vendedora que pusiese ella los 200 euros. "Le expliqué que cuando tuviera el animal en mi casa le pagaría. Pero no aceptó el trato". Lapuente se negó a mandar el dinero sin ninguna garantía. "Le dije que había encontrado información de muchos timos similares y, desde entonces, no he vuelto a saber nada de ella".


El riesgo de comprar sin ver


Lidia Pérez trabaja en la asociación protectora de animales El Arca de Monzón (Huesca) y afirma que "existen muchas estafas como esta con animales de pedigrí que traen en muy malas condiciones desde países del este de Europa y Hungría sobre todo". A veces llegan muertos, enfermos o no llegan.


Cuando se compra un animal, "lo mejor para cercionarse de que no es un timo es ir en persona al criadero, asegurarse de que está dado de alta y ver en qué condiciones se encuentran la madre y la camada", explica Pérez. "Comprarlo sin verlo es muy arriesgado -señala-, pero, en ese caso, hay que asegurarse de que el cachorro es mayor de tres meses". Si el animal es menor se trata de una estafa "seguro" porque "es imposible que viaje, ya que no tiene las vacunas mínimas puestas y si se traslada sin vacunar puede morir en el camino".