UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

El mensaje verde de la Caravana universitaria llega a Zaragoza

La capital aragonesa acoge, en su última etapa, a los 60 voluntarios que han recorrido cinco poblaciones de la Comunidad.

La Caravana Verde en Zaragoza
El mensaje verde de la Caravana universitaria llega a Zaragoza

Los 60 “caravaneros” se han despedido este viernes de la Caravana Verde, en su tercera edición. Varios mensajes sirven para reflejar lo difundido estos cinco días por distintas localidades de Aragón.


Yolanda Pérez aseguró que el proyecto había sido muy bien acogido allá donde iba. La gente, de cualquier edad, mostró mucho interés por su mensaje ecológico. Joaquín Royo, adjunto al rector, quiso recordar que a pesar de la crisis no hay que olvidarse de iniciativas a favor del medio ambiente. Concluía igual que empezaba con las palabras de Joaquín Costa: “Escuela, despensa y las siete llaves del sepulcro del Cid”. “Escuela”, como los voluntarios; “Despensa” como los recursos a preservar y “Las siete llaves del sepulcro del Cid” como cambio en la mentalidad actual centrada en el gasto.


La última jornada de la Caravana Verde no fue muy diferente de las anteriores. Los niños de Zaragoza tuvieron una clase diferente con unos profesores especiales. Los voluntarios explicaron a los más jóvenes entre risas y buen rollo la forma más fácil de cuidar el medio ambiente.


“Las tres erres”, “Desarrollo sostenible”, “Club 21”, “Protocolo de Kyoto”, “La carpa” y “Medio ambiente” fueron los grupos encargados de mostrar las herramientas para ahorrar agua, energía y respetar el entorno. “Hemos aprendido cosas que no sabíamos. Ha sido muy guay”, dijo Guillermo, alumno de 5º de del colegio Cesar Augusto. Los voluntarios se encontraron con un público entusiasta que no dudó en colaborar con ellos al compartir sus buenos hábitos y poner en común ideas nuevas.

“Todo lo que se os ocurra, cualquier cosa, sirve para poder cuidar el medio ambiente”, animó una de las voluntarias de “Desarrollo sostenible”.


Los más pequeños pudieron jugar al “trivial del medio ambiente”, con el que medían sus conocimientos en ecología. “¿Aquí también se dan quesitos?”, quiso saber una alumna. “No. Aquí no hay quesitos, pero hay premio”, respondió uno de los voluntarios.


La directora del Instituto Miguel Catalán, otro de los destinos de los “caravaneros”, afirmó: “divulgar y fomentar cualquier actividad de medio ambiente es tan importante para los ciudadanos como las matemáticas.” El I.E.S. Miguel Catalán era uno de los centros que se unían a las jornadas junto con colegio Eliseo Godoy, colegio Cesar Augusto, I.E.S. Pedro de Luna y el colegio San Martín de Porres.


Atrás quedan las visitas a Monzón, Tarazona, Andorra y Fraga dejando buen sabor de boca en todos los participantes. Al año que viene más y mejor.