EL OSCENSE LILLAS PASTIA PIERDE LA SUYA

El Celler de Can Roca entra en el club de las tres estrellas Michelin

La Guía Michelin de España y Portugal, presentada en Madrid en el curso de una fiesta con la que se ha conmemorado el centenario de la edición hispano-portuguesa de la guía roja -que en 1910 era amarilla-, ha celebrado la efemérides concediendo más estrellas que nunca: 24, de las que 22 corresponden a España y 2 a Portugal.

El equipo de El Celler de Can Roca celebra el reconocimiento
El Celler de Can Roca entra en el club de las tres estrellas Michelin
ROBIN TOWNSEND/EFE

La máxima novedad es la tercera estrella que consigue Joan Roca para su El Celler de Can Roca (Gerona). Roca estaba en todos los pronósticos y en todas las apuestas, que esta vez acertaron. De este modo son ya siete los restaurantes españoles 'triestrellados', cuatro de ellos en Cataluña -Can Fabes, en Sant Celoni; El Bulli, en Cala Montjoi; Sant Pau, en Sant Pol de Mar, y El Celler de Can Roca, en Gerona- y tres en el País Vasco: Arzak, en San Sebastián; Martín Berasategui, en Lasarte, y Akelarre, en San Sebastián. El primer restaurante español que consiguió tres estrellas, el madrileño Zalacain, cuenta en la actualidad con sólo una.


El segundo escalón, el de los dos estrellas, sí que sufre novedades. Nada menos que cuatro son los restaurantes que consiguen esa segunda estrella: Casa Manzano, de Arriondas; Lasarte, de Barcelona; La Terraza del Casino, de Madrid, y Les Cols, de Olot. Son el primer dos estrellas asturiano, el tercero madrileño y también el tercero catalán. Por contra, pierde una de sus dos estrellas el Tristán, de Portals Nous, con lo que las Baleares se quedan sin ningún restaurante en esta categoría.


Y 17 son los restaurantes españoles que estrenan estrella, por 10 que la pierden. La ganan el vizcaíno Etxebarri, de Axpe; los catalanes Enoteca, del hotel Arts de Barcelona, Bo. Tic (Gerona), La Fonda Xesc (Gombrén) y Torreó de l'India (Xerta); los gallegos A Estación, en Cambre, y As Garzas, en Malpica; el valenciano Julio, de Fontanars dels Aforins; el castellano-leonés Cocinandos, de León; el andaluz Alejandro, de Roquetas de Mar; los madrileños La Broche, Diverxo, Kabuki Wellington y Ramón Freixa Madrid; el canario M. B. del hotel Abama, en Guía de Isora, y el murciano La Cabaña de la Finca Buenavista.


Se caen de la lista el Lillas Pastia, de Huesca; Alboroque y El Chaflán, de Madrid; Read's H., de Santa María del Camí, en Mallorca; La Taberna de Rotilio, de Sanxenxo, y Alejandro del Toro, de Valencia. A causa de cierre, cambio de local u otras razones temporales, se retira la estrella a Gallery Art & Food, de Gijón; Kursaal, de San Sebastián, y Solar de Puebla, de Santa Cruz de Bezana.


En fin, ganan estrella dos portugueses: el Ocean, de Armaçao de Pereira (Faro), y el Tavares lisboeta. Pierde su estrella el andorrano Aquarius.


Pocas sorpresas entre los periodistas asistentes anoche. Sí que hay que comentar que tanto Canarias como Murcia recuperan estrellas, ya que habían tenido con anterioridad algún restaurante con esa distinción pero los habían perdido todos. Cataluña sigue dominando por goleada, con cuatro "tres", tres "dos"... y nada menos que treinta y nueve "una estrella". Le sigue el País Vasco, con tres "tres", un "dos" y once "una". En cuanto a Madrid, que sube espectacularmente en esta edición, cuenta con tres restaurantes de dos estrellas y once con una estrella.


Berasategui, otro gran triunfador

El gran triunfador de la noche, además de Joan Roca, fue el guipuzcoano Martín Berasategui, cuyo restaurante de Lasarte tiene ya tres estrellas, pero que ha conseguido la segunda para el Lasarte de Barcelona y la primera para su M. B. de Tenerife.


En cualquier caso, Michelin ha reaccionado con alegría ante la crisis: veintidós nuevas estrellas, más las dos portuguesas, entre ascensos y apariciones, son muchas estrellas. El problema para los que anoche lograron un galardón empieza ahora: hay que mantenerlo. Y para los que han perdido estrella... trabajar para intentar recuperarla. En todo caso, en la fiesta celebrada en el Mercado de San Miguel no se vieron caras tristes: después de todo, se trataba de festejar un cumpleaños... y de repartir abrazos entre los que estrenaban estrella o categoría, algunos de los cuales estaban presentes en el acto.