LUCHA CONTRA EL CÁNCER

El apoyo a la investigación contra el cáncer, reto ante la lucha oncológica

Carlos López Otín, durante su reciente visita a Zaragoza.
Carlos López Otín, durante su reciente visita a Zaragoza.
Aránzazu Navarro

Trabajan a pie de laboratorio, sin ruido pero sin pausa, para atacar una enfermedad que engloba unas 200 y mata a millones de personas en el mundo cada año. Tratan de reducir las negras cifras que acompañan cada 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer. El bioquímico oscense Carlos López Otín (Sabiñánigo, 1958), uno de los investigadores más prestigiosos y laureados de España en este campo, junto a Mariano Barbacid, sigue tratando de ofrecer nuevos conocimientos para que los oncólogos puedan aplicarlo a los pacientes. Dirige un puntero grupo de investigación sobre proteasas humanas en el cáncer en la Universidad de Oviedo. En sus casi 20 años de trabajo en este grupo ha conseguido, entre otros logros, descubrir 60 nuevos genes humanos asociados con los procesos de progresión del cáncer, y definir un nuevo mecanismo de supresión tumoral mediado por proteasas. Pero de lo que más orgulloso se muestra López Otín es de haber podido crear un grupo de investigación de altura en un sitio pequeño, del que han surgido científicos que dirigen sus propios laboratorios en España e incluso, en EE. UU.

'Cum laude' con Barbacid

Alberto Jiménez Schuhmacher (Zaragoza, 1980), lleva cinco intensos años trabajando en Madrid en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas con Barbacid, quien le dirigió la tesis doctoral que presentó el pasado otoño obteniendo la máxima calificación. Ha colaborado en proyectos tan importantes como la demostración de que la senescencia actúa como un mecanismo de defensa en los tumores premalignos, y en el desarrollo de un modelo de ratón de cáncer de páncreas que ha permitido entender cómo se producen estos tumores. Ambas investigaciones ayudarán en el diagnóstico tumoral e incluso en posibles terapias. También ha estado implicado en la caracterización de algunos modelos de ratón para el estudio del cáncer de pulmón. Pero esa entrega por el bien de la humanidad carece del suficiente respaldo económico.