IRENE VALLEJO

"La dulzura es un arma de rebeldía contra la estupidez"

"El futuro es el pasado que vuelve. Los clásicos llevan 25 siglos siendo actuales"

Irene Vallejo
"La dulzura es un arma de rebeldía contra la estupidez"
OLIVER DUCH

Ruego disculpe la demora. Son las cosas de las obras del tranvía zaragozano y de mi pausado caminar.

Le esperaba leyendo. Siempre llevo encima un libro, que es como una habitación interior donde el tiempo se anula. En cualquier caso, le confieso que tenía ganas de invadir amistosamente la casa del vecino.

No es necesario invadir. Mucho menos siendo la compañera de la columna barnizada de cultura clásica que aparece en la última pagina de HERALDO de los domingos o lunes. Sobra con tocar el picaporte. Incluso le rogaría que entrara sin llamar...

Antes de nada, debo confesarle que me encanta el tono iconoclasta de esta página, chispeante, diferente, incluso desafiante.

Se trata de cuajar una buena faena. Si el toro no embiste, hay que arrimarse. Y no le estoy tildando de astado.

Los espectáculos taurinos no son exclusivos de España. En la antigua Creta se dice que había acróbatas que saltaban sobre los lomos del toro.

Irene Vallejo, siempre gravitando sobre Grecia y Roma.

Lo que me interesa realmente es la actualidad candente, el momento actual; pero los clásicos llevan 25 siglos siendo actuales. Nos llevan esa enorme ventaja en todos los terrenos. En mi caso, esta pasión comenzó siendo niña.

La infancia, la primera y única patria.

Mi padre, Ignacio, prefería leerme La Odisea a los cuentos de hadas.

Y Homero, el útero de Europa.

Los antiguos decían que lo que se escribe son las migajas del banquete de Homero. Así que, ¡a cocinar migas!

No se le dan mal los fogones literarios: ya ha ganado el Premio Alfaguara 'Los Jóvenes'.

Fue con la obra 'La fisonomía del soldado'. Ahora voy a presentar la colección de columnas publicadas en HERALDO. Las he reunido bajo el título de 'El pasado que te espera'.

Paradoja absolutamente verdadera la elegida para titular.

El futuro es el pasado que vuelve. Los mismos problemas que padecemos hoy ya existían en el mundo antiguo. Me refiero a asuntos como la corrupción, los desahucios por deudas, incluso la burbuja inmobiliaria que tanto ha marcado nuestra vidas en los últimos años.

¿Ya existía el euribor y sus oscilaciones en tiempos de los romanos?

Marcial, por ejemplo. se queja del precio galopante de las viviendas en Roma.

Ilustre bilbilitano, Marcial.

Tenía un humor sarcástico, corrosivo, que no perdonaba nada. Es el tipo de ingenio que nos gusta hoy.

Y palabras tan manidas en la actualidad como crisis, ¿ya se utilizaban hace dos milenios?

Crisis es una palabra griega. Me parece ofensivo que etiqueten al griego y al latín como lenguas muertas. Usted y yo hablamos un latín evolucionado. El momento de crisis es el decisivo en una situación grave. Es un término médico. Significa evolucionar hacia la salud o la muerte.

Seguimos con la crisis. ¿Usted cree que Rodríguez Zapatero habría llegado a ser senador entiempos de Roma?

Le falta empaque, mucho empaque. Desde luego, no es un hombre de vestir toga y púrpura.

¿Hubo huelgas generales antes de Cristo?

No existe la palabra huelga como tal, pero sí huelguistas ilustres, como Lisístrata, con la utilización de la huelga sexual de las mujeres como medida pacifista para que los hombres dejaran de hacer la guerra. También, Aquiles, en La Iliada, se sintió injustamente tratado en la guerra de Troya y se retiró de la línea de combate.

Usted parece mujer de paz. Esa dulzura hablando evitaría cualquier conflicto.

La dulzura es un arma de rebeldía contra la estupidez, el griterío, el ruido, la agresividad a la que rendimos culto. Convendría practicar la dulzura.