DOS HERMANAS DE FIGUERUELAS

Dos piezas de un mismo puzle

Ganaron varios concursos de montaje de puzles en 2009. Y, como están en racha, las Bertol seguirán compitiendo este año.

Las hermanas Marta y Lola Bertol, ante el último puzle que están tratando de acabar.
Dos piezas de un mismo puzle
ESTHER CASAS

Ríanse ustedes de los Marx, las Hurtado o los Dalton. Porque las hermanas Lola y Marta Bertol sí que están compenetradas, hasta tal punto que una acaba la frase de la otra. Con tanta afinidad, era lógico que unieran fuerzas. Lo han hecho en el montaje de puzles. ¿El resultado? Varios concursos nacionales que se han ido para su casa, en Figueruelas. El último, en diciembre, en Calahorra. Pero también se impusieron en otros campeonatos, como el celebrado en Marcilla en noviembre, o el de Valtierra en octubre. Vamos, todo un éxito. "Y eso que en el de Marcilla solo colocamos 136 piezas", cuenta Lola. "Es que hacíamos uno de los llamados 'imposibles', que era de rosas, con todas las piezas del mismo color", matiza Marta, que tiene ese mismo rompecabezas acabado en el salón de su casa.

 

Con este currículum, lo lógico es pensar que, ya de pequeñas, les iba eso de juntar piezas. Pero no. "Empezamos con 12 y 14 años a hacer alguno, pero hasta que fuimos mayores no nos picó el gusanillo", relata Marta. "Es que a ella no le gusta hacer puzles con nadie, prefiere terminarlos sola", le replica Lola.

 

No le gustará, pero ya en 1999 se enteraron de que había una competición en Francia y ganaron las dos primeras eliminatorias, en Bayona y Toulouse. La final era en París y no pudieron ir. "Es que se casaba nuestra hermana...", informa Marta. Pero este enlace no truncó su carrera. Solo la pospuso una década. A finales de 2008, volvieron a la acción. "Vamos a competir porque se empeña Lola", dice Marta, mientras su hermana asiente.

 

Su retorno fue en una contienda que cada año se celebra en Miranda de Ebro (Burgos). Quedaron quintas... "y bastante chafadillas", admiten. Así que cogieron carrerilla y, en abril de 2009, se subieron a lo alto del podio en Castejón de Navarra, con un puzle en blanco y negro. "Lo mejor es que no sea complicado, porque así disfrutas y la gente contigo, viendo cómo te manejas", explica Marta.

 

Y ¿cómo se manejan? Pues Marta se encarga de hacer el marco, mientras Lola separa las piezas por colores y les da la vuelta. Es su truco para hacerse con estos torneos, en los que deben finalizar un puzle de 500 piezas en dos horas máximo. "Aunque a nosotras el que más nos ha costado ha sido una hora y cuarto", presume Lola. Pero no son creídas. De hecho, no siempre tienen compensación económica por sus hazañas. Y, cuando la hay, no excede de 200 euros. Además, Marta afirma que "ganar compromete mucho" y reconoce que, en ocasiones, en plena competición, piensa: "Qué necesidad tengo de pasar estos nervios". Pues alguna tendrá, porque ya están mirando en Internet dónde habrá nuevas pruebas, que les exigen pasar muchos fines de semana fuera de Figueruelas.

 

Menos mal que toda la familia les sigue. Y, en especial, el marido de Marta, que es su primer fan. "Es como la madre de la Pantoja -bromea su cuñada Lola-. Nos lleva, nos trae, ejerce de mánager?". Y no les hace falta, porque, en la localidad zaragozana, todos les conocen. "Nos preguntan ¿pero otra vez habéis ganado?". Ahora solo queda que se lo sigan preguntando.