Tercer Milenio

En colaboración con ITA

OCIO

Parkour, una forma distinta de moverse en la ciudad

No es raro encontrar en el zaragozano parque de las Delicias jóvenes que, corriendo en línea recta, lo atraviesan superando obstáculos mediante saltos, acrobacias y volteretas. Hay quien lo llama locura. Otros, parkour.

Los traceurs se dedican a sortear todo obstáculo empleando las habilidades del cuerpo humano
Desplazarse con arte
GRASSHOPPERS

Ellos no caminan, corren. No esquivan obstáculos, los sortean saltando, realizando acrobacias y dando volteretas. Lo que sea necesario para pasar por cualquier valla, muro, pared o incluso árbol que se ponga en su camino de la forma más eficaz posible y empleando únicamente las habilidades del propio cuerpo. Muchos lo llaman 'el arte del desplazamiento', pero ampliamente se conoce como parkour.


¿Qué es exactamente el parkour? ¿Es un arte? ¿Un deporte? ¿Quizás un estilo de vida? Aitor, estudiante de grado superior de Animación de Actividades Fisicas y Deportivas y miembro del grupo zaragozano de parkour Grasshoppers, lo tiene muy claro: «Es un deporte, un arte, y un estilo de vida», sentencia. «Deporte, porque se trata de una actividad que requiere un rendimiento físico considerable. Arte, porque hay que tener una destreza física, pero también mental. Forma de vida, porque acaba siendo tan importante para ti que gran parte de tu vida girará en torno al parkour».


Los Grasshoppers nacen cuando seis jóvenes de 16 años deciden buscar una forma de ocio diferente. El cine, el fútbol y el botellón no son suficiente para ellos, así que, después de ver algunos vídeos en internet, se ponen manos a la obra. «A hacer parkour te mueve la búsqueda de sensaciones nuevas, de superarte a ti mismo, de vencer barreras tanto físicas como psíquicas», explica.


Para practicar parkour no hace falta nada o casi nada: ropa cómoda y cualquier espacio urbano o natural es suficiente. «No se requiere un escenario específico, sino que consiste en adaptarte al entorno», cuenta Aitor. Uno de los lugares favoritos de los 'traceurs' (que es como se conoce a los practicantes del parkour) zaragozanos es el parque de las Delicias, aunque ellos siempre van buscando nuevos escenarios donde superarse. «Al final donde la gente ve barreras tú ves un espacio de juego, es inevitable», reconoce.


Una de las premisas más importantes es el respeto hacia las personas y los espacios públicos. «Andamos con ojo de no subirnos donde no debemos», comenta Aitor. El 'traceur' tiene muy claro que las calles y los parques son de todos. Simplemente hacen uso de ellos de una forma distinta, pero siempre respetuosa.


Yamakasi, los samuráis de los tiempos modernos

Pero el parkour no es nada nuevo. Aunque sus orígenes no están del todo claros, lleva desde los años 80, cuando David Belle comenzó a extenderlo, reclutando aficionados. Muchos de ellos son precisamente atraídos por la actividad extrema de los Yamakasi, el grupo francés de parkour que Belle guiaría durante 8 años.


Con dos películas a sus espaldas y considerados en ocasiones creadores de la disciplina, los Yamakasi se dedican a hacer sus impresionantes movimientos por las azoteas de los edificios, situándose un paso más cerca de la acrobacia y alejándose del parkour tradicional.


También los Grasshoppers van más allá. Los pioneros del parkour en Zaragoza ya han hecho actuaciones en varios festivales, deleitando al público con una mezcla de acrobacia, música, actuación, humor y, por supuesto, parkour. El entretenimiento suple en este caso a la eficacia, y la belleza de los movimientos cobra una nueva dimensión.


A pesar de historias, explicaciones y disertaciones, a un profano nunca le queda claro qué es el parkour hasta que no lo ve con sus propios ojos. Es entonces, cuando ve al traceur hacer piruetas como si fuera lo más fácil del mundo, cuando el profano se da cuenta de que el parkour es un deporte, un arte y un estilo de vida.