SALUD

Culminado con éxito el primer trasplante celular hepático en España

El Hospital Universitario La Fe de Valencia es el quinto centro médico del mundo que emplea esta técnica pionera, que puede salvar la vida de muchos pacientes hepáticos.

Una niña de 12 años ha sido la primera paciente de España, y la quinta con su metabolopatía en el mundo, que ha sido sometida a un trasplante celular hepático, intervención que se ha efectuado en el Hospital Universitario La Fe de Valencia.


Los detalles de la intervención, que se realizó el martes, fueron dados a conocer ayer en rueda de prensa por el conseller de Sanidad valenciano, Manuel Cervera, y por el jefe de la Unidad de Cirugía y Trasplante del Hospital La Fe, José Mir.


La niña, natural de la Comunidad Valenciana, sufre un déficit metabólico en el ciclo de la urea; una enfermedad que afecta a uno de cada 15.000 nacidos vivos en España y que consiste en la falta de una enzima (ornitina transcarbamilasa) que hace que no tolere bien las proteínas.


De esta manera, su propio cuerpo genera unas toxinas que provocan descompensaciones y que pueden tener repercusiones graves en su sistema neurológico, pudiendo llegar a desencadenar un coma y otras lesiones graves.


El objetivo del trasplante celular hepático es hacer funcionar el hígado para que produzca la enzima que le falta y conseguir una recuperación o evitar las descompensaciones de la enfermedad.


Para realizar el trasplante se procesan, extraen y congelan las células (hepatocitos) procedentes de un segmento de hígado no apto para el trasplante y, tras comprobar que es compatible con el grupo sanguíneo de la paciente, se le perfunden a esta por un catéter mil millones de células en una primera etapa.


Rechace e infecciones


Tras esta intervención se le administra a la paciente un tratamiento para evitar el rechazo de las células trasplantadas, según indicó ayer José Mir, quien agregó que están más preocupados por las "infecciones" que pueda sufrir la niña que por el rechazo. Mir destacó que para hacer la intervención, que dura menos de una hora, se utiliza un método menos invasivo que el trasplante de hígado convencional, ya que no requiere cirugía, ofrece la posibilidad de utilizar células de un único donante para varios receptores y presenta una menor morbilidad, mortalidad y coste.


Por su parte, la jefa del Servicio de Gastroenterología Pediátrica de La Fe, Carmen Ribes, explicó que esperan que en el plazo de un mes se produzca una mejoría clínica en la niña, y que en unas tres semanas también mejoren las resultados de las analíticas de orina y sangre.


Carmen Ribes indicó que se decidió aplicar este tratamiento porque la niña sufría repetidas descompensaciones y crisis que obligaban a continuos ingresos hospitalarios y deterioraban su estado. "El objetivo es la mejor calidad de vida de la niña y que no sufra esas descompensaciones" y continuas hospitalizaciones, ya que cada ingreso "es un riesgo de secuela posterior", indicó.