Aragón puso de manifiesto ayer que tiene mucho que decir en el concierto gastronómico español. La representación aragonesa en la novena edición del Certamen Nacional de Gastronomía se llevó el primer premio. Además, todos los cocineros participantes en esta competición comprobaron la calidad y versatilidad de algunos de los mejores productos de la despensa regional, como el ternasco, las verduras, las frutas, la trufa, el aceite o los vinos.

Los vencedores fueron Juan Ramón Sau y Enrique Ciria, dos jóvenes profesionales de la plantilla del restaurante Lillas Pastia, de Huesca, quienes saltaron al estrellato el pasado mes de noviembre, cuando ganaron el campeonato regional, título que les habilitó para medirse ayer con el resto de representantes de otras comunidades autónomas. Estos dos profesionales trabajan en equipo -aunque Juan Ramón Sau figura oficialmente como titular y Enrique Ciria como ayudante- y su rendimiento es perfecto, como pusieron de manifiesto también hace unos días en el certamen Gusto Mudéjar, en el que quedaron en segunda posición.

"Estamos impresionados, no nos lo podemos creer", declaró Juan Ramón Sau después de conocer el fallo del jurado. Gran parte de esa efectividad podría deberse a que acuden a estos certámenes con un espíritu de divertimento y con muchas ganas de aprender de los rivales. "Venimos sin presión, dispuestos a divertirnos y sabiendo que contamos con el total apoyo de nuestro jefe, Carmelo Bosque, quien continuamente nos anima a probar y nos deja todo el tiempo que necesitamos para conseguir el plato que estamos buscando", añadió Sau.

"Evidentemente, este es un triunfo que también pertenece al Lillas Pastia y, de hecho, las peras asadas al regaliz están en la carta del restaurante. Seguramente, ahora incluiremos el plato principal con el que hemos ganado, el carré de ternasco", añadió el joven cocinero.

Su premio consiste en 3.000 euros y la oportunidad de representar a España en el próximo Campeonato de Cocina Iberoamericana.

En segunda posición quedó el representante de Andalucía, Juan Andrés Rodríguez, por delante del representante de la Asociación de Restaurantes de Buena Mesa, David Cañas, que quedó en tercera posición.

Además de por el triunfo del equipo que representaba a la Asociación de Cocineros de Aragón, Aragón brilló con luz propia en este certamen porque los productos aragoneses se promocionaron entre una buena parte de la elite de la culinaria nacional. También participó un represenante de la Asociación de Cocineros de Huesca: Benito Ostáriz, del restaurante La Parrilla, de Benasque.

Los doce concursantes trabajaron sin descanso desde primera hora de la mañana en la elaboración de dos platos, un principal y un postre. La oferta culinaria, con criterios largamente debatidos entre la cúpula de la Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España -organizadora del certamen- comprendía la elaboración de un primer plato a base de ternasco de Aragón y de un postre con productos ecológicos de Aragón, con la C de calidad o quesos artesanos. Después de tres horas de esmerada preparación y emplatado de las raciones, vigilada muy de cerca por dos jueces técnicos, los aspirantes al título fueron presentado, con un intervalo de 15 minutos, sus respectivas creaciones al jurado.

Exportar nuestra cocina

El jurado valoró la dificultad, creatividad, el sabor y la sazón, la destreza profesional, la utilización de los productos y el coste comercial de los platos. Estaba formado por algunos de los mejores chefs de España, como el televisivo Mario Sandoval; el presidente de la Federación, Salvador Gallego; el riojano Lorenzo Cañas, que ejercía de presidente de los jueces, o el máximo representante de la Asociación de Cocineros de Aragón, Domingo Mancho, quien mostró su satisfacción por haber podido reunir a "algunos de los mejores cocineros de España en un concurso que va a más". Por su parte, Lorenzo Cañas aseguró que Aragón "es cuna de buena cocina y este es el momento de exportarla".