SOLIDARIDAD

A la caza y captura de productos solidarios

Como colofón a una semana dedicada a las cooperativas de mujeres del Tercer Mundo, el espacio Suralia organizó un safari sostenible por varios establecimientos de comercio justo de Zaragoza.

El espacio Suralia, de la Federación Aragonesa de Solidaridad
A la caza y captura de productos solidarios
L.S.

Un tarro de mermelada de piña cuya elaboración y venta garantiza a nueve familias de Ecuador un salario digno. Ésta fu una de las presas que se 'cazaron' este jueves en el safari sostenible organizado por la Federación Aragonesa de Solidaridad, a través del espacio de comercio justo Suralia. Después de una semana dedicada a las cooperativas de mujeres de países en desarrollo, la mejor manera de conocer sus productos de primera mano fue salir a su caza y captura por las calles de la ciudad.


La primera parada de esta ruta fue la tienda de Intermón Oxfam. Entre los productos ecológicos de alimentación o belleza, el punto de mira se fijó en un café elaborado por la cooperativa Aldea Global. Este proyecto, ubicado en Nicaragua, otorga a las mujeres la propiedad de la tierra que trabajan, una titularidad que normalmente está a nombre de los hombres.


El siguiente destino era el espacio de Médicos Mundi, una organización dedicada a la asistencia sanitaria. Con ese objetivo, concretamente con el fin de crear una leprosería, unas monjas llegaron en 1890 a un pueblo de Filipinas en el que las mujeres sufrían una gran discriminación. “Con el paso de los años, se creó una cooperativa de mujeres, que en la actualidad está formada por 45 personas”, explica Ana, responsable de este espacio. Y esas 45 mujeres se dedican a coser unas muñecas, inspiradas en los cuentos clásicos, que tienen la particularidad de ser reversibles: pasan de ser la princesa a la mala del cuento en un instante.


Las “chicas dulces” de Ecuador


El punto final de este safari sostenible se situaba en Suralia, el espacio de la Federación Aragonesa de Solidaridad. Allí se presentó el proyecto de las “chicas dulces”, una cooperativa de siete mujeres ecuatorianas que elaboran mermeladas de frutas tropicales. Aunque en un principio sus maridos no veían con buenos ojos que ellas fueran a trabajar, los ingresos que consiguen con la elaboración y venta de las mermeladas son superiores a los de ellos, lo que permite alfabetizar a sus hijos.


“Al comprar un cacao soluble normal, aproximadamente un 5% del precio que paga el consumidor llega al productor de las semillas de cacao; si el cacao es de comercio justo ese porcentaje llega al 30%”, cuenta Raquel, de Suralia.


Un carné para fomentar el comercio responsable


La iniciativa del safari sostenible, junto con la semana dedicada a las cooperativas de mujeres, han servido para fomentar el comercio justo, que cuenta con varios espacios en Zaragoza. Además, la Federación Aragonesa de Solidaridad ha creado el carné de comercio justo, una tarjeta que se puede obtener de manera gratuita en las diferentes tiendas de comercio sostenible, y ofrece descuentos y sorteos de productos por cada 25 euros de compra acumulados.


Todas las actividades de la Federación Aragonesa de Solidaridad pueden consultarse en su página web.