¿Por qué no se habla de cómo afecta a la pareja ser padres?

Esto es lo que se preguntaban la semana pasada en el nuevo programa de Samantha Villar en Cuatro, pero ¿cuál fue la respuesta?

Pareja con niño.
Pareja con niño.

El televisivo Torito quiso saber en 'Samanta y...' cuántas veces habían intentado divorciarse Soraya Arnelas y Samanta tras el nacimiento de sus bebés y a los tres les entró la risa floja. ¿Por qué no se habla de cómo afecta a la pareja ser padres? se preguntaron a continuación. Soraya dijo que creía que era por un tema cultural, pero los tres tenían claro que las parejas que tienen un hijo para solucionar sus problemas se están equivocando porque superar el primer año de vida del bebé sin separarse es complicado.

De hecho, hay un elevado número de parejas que no resiste la llegada de los hijos. Desde De Cero, centro de ayuda zaragozano especializado en relaciones infelices de pareja, aseguran que después de las parejas sin hijos, las que más se divorcian son las parejas con un solo hijo.

Pero, ¿cuál es el motivo? Desde De Cero plantean varios:

Hay que convertirse en equipo: cuando nace un hijo se incrementa lo que ya no venía funcionando bien en la pareja desde antes. Toca ser un equipo, y es aquí donde se descubren las carencias de la relación. Cuando llega un hijo, el cansancio, los cambios de roles, las diferentes posturas en la crianza del bebé…. pueden intensificar el distanciamiento y la sensación de no poder comprender al otro. No nos preparan para cuidar a nuestra familia: anteriormente, a las mujeres las educaban para que fueran mamás y amas de casa. Este era el único cometido de la mujer: cuidar y anteponer su familia a ella misma. Ahora, la mujer estudia, trabaja, es independiente y no se siente presionada para llevar un único estilo de vida. Los padres no siempre colaboran: con el hombre, las cosas están cambiando, pero no hace más de 15 años que la sociedad marca esta nueva forma de implicación doméstica. Así, que no se puede esperar que todos  colaboren al 50% en la crianza.Los reproches, las discusiones y el cansancio hacen mella en la relación de pareja, aunque es posible gestionar esa crisis y terminar realizando la transición de pareja a trío de una manera sana, encontrando la felicidad en situaciones y vivencias diferentes a las anteriores.