Cómo proteger la piel del frío

Con la bajada de las temperaturas, el frío y el viento hacen mella en la piel, estas son las claves para protegerla de los cambios climatológicos.

Una breve guía de cómo protegerse de la bajas temperaturas.
Una breve guía de cómo protegerse de la bajas temperaturas.
Pixabay

Se acerca el frío y con la bajada de las temperaturas la piel se ve afectada. Las manos, los labios y el rostro son las partes del cuerpo que se resienten más. Aunque la dermis cuente con sus propios medios para defenderse, los cambios en el clima pueden dañarla pudiendo provocar el envejecimiento precoz. Este problema se manifiesta a través de la sequedad, la irritación, la descamación o, incluso, mediante pequeñas heridas.

Es importante tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura, pues pueden producir la aparición de vasos dilatados y rojeces. Lo ideal es que en el interior, la calefacción no supere los 22º y que, si es posible, el ambiente no sea demasiado seco, para ello los humidificadores son clave.

Una buena hidratación

Una hidratación es fundamental durante esta época del año, tanto por fuera como por dentro. Pues la piel se humecta desde las capas más profundas.

Además, las cremas hidratantes son imprescindibles, pues mantienen la barrera protectora sana y fuerte, lo que evita la aparición de ciertas dolencias cutáneas. Dependiendo del tipo de piel, será necesario utilizar un tipo de producto u otro. Es aconsejable insistir en algunas zonas del cuerpo que son más propensas a la sequedad, como los codos y las rodillas. Pero además, hay que tener especial precaución con las manos. Esta zona, al no poseer glándulas sebáceas se reseca con relativa facilidad. Con el frío, las manos comienza a aparecer la descamación. Una sencilla forma de prevenir estos problemas es utilizando guantes en el exterior. Además de usar una buena hidratante de manos y exfoliantes específicos.

Otra parte del cuerpo que hay que vigilar con la bajada de las temperaturas son los labios, si con el frío estos se agrietan o se resecan no es recomendable hidratarlos con saliva, sino con un bálsamo o un producto adecuado que incluya factor de protección solar.

Y para disfrutar de los días sin que afecte el frío, nada mejor que abrigarse con prendas que permitan mantener el calor.