La aparición de una irreconocible Catherine Zeta Jones este lunes en la gala de los premios The Best FIFA Football ha suscitado numerosos rumores y comentarios. La actriz británica, de 48 años y casada con el también intérprete Michael Douglas, fue la encargada de entregar el premio al mejor gol del año a Olivier Giroud, aunque fue su nuevo aspecto el que la convirtió en una de las protagonistas del evento. ¿Cirugía estética o maquillaje? Esta es la pregunta que se han hecho muchas personas al descubrir la nueva imagen de la actriz.

Algunas de sus compañeras de profesión ya saben lo que es haber perdido parte de sus rasgos más característicos por culpa de la cirugía estética. Entre ellas, uno de los primeros casos, y de los que más portadas ocupó, es el de Nicole Kidman.

Desde que comenzase su carrera artística en 1983, siendo todavía una adolescente, la ex de Tom Cruise ha cambiado mucho, y no solo por culpa del paso del tiempo.

Renée Zellweger, conocida por su papel protagonista en el 'Diario de Bridget Jones', es otro de los casos que más atención suscitó cuando, en 2014, estrenó rostro sobre la alfombra roja de la gala 'Women in Hollywood'.

La cara de la bella, joven e inocente Meg Ryan que interpretó a Sally en 'Cuando Harry encontró a Sally', hace casi tres décadas, ha cambiado mucho en los últimos años, a pesar de que su estilismo capilar siga prácticamente intacto.

Pasará a la historia de la televisión americana, y mundial, como Monica Geller, la maniática cocinera de la famosísima serie 'Friends'. Tras el personaje, Courteney Cox intentaba detener el inevitable paso del tiempo a golpe de bisturí. Ahora, después de varias intervenciones estéticas, la actriz ha confesado que se arrepiente de haber abusado de la cirugía y del bótox.