¿Cómo definiría el periodismo cívico y participativo?

Bueno, este periodismo lo que quiere hacer es integrar a la ciudadanía en la agenda política y mediática. Esta idea nace en contraposición al periodismo clásico de tendencia liberal, que hace que el periodista sea el que decide qué temas se van a tratar y cómo los va a contar.

¿Consiguió eso en el diario ‘El Comercio’ de Perú?

El diario llevó a cabo una serie de audiencias –actos– que ponían en contacto a la ciudadanía con las autoridades. De esta manera, los ciudadanos pudieron hablar directamente con las autoridades acerca de sus problemas reales. Al principio no había mucha participación por parte de los gobernantes, que quizá tenían un poco de miedo de estar frente a frente con la ciudadanía. Pero luego incluso lo aprovecharon y sacaron rédito electoral de ello.

¿Qué papel ha jugado el periodismo en el crecimiento de Perú?

Yo siento que más bien le faltó jugarlo. El periodismo ofreció información con escaso análisis, incluso simple. No se les dio la profundidad que se debía a algunos temas y yo creo que incluso contribuyó al decaimiento de los niveles educativo y cultural.

Justo lo contrario que se le presupone.

Sí, claro, por supuesto. Estamos yendo por el mal camino.

¿Cree que un cambio en el periodismo invertiría esa tendencia?

Los periodistas tenemos esa obligación. El tema es que prima en buena medida qué es lo que la gente pide. Siempre está esa dualidad. ¿Por qué no se da contenido de mayor calidad? Porque la gente pide esto, pero si no abres otras alternativas nunca van a salir de ese círculo vicioso.

¿Cómo se vivió en su diario el conflicto de Sendero Luminoso?

Sendero Luminoso tenía una confrontación directa con el periodismo. En el periódico siempre recordamos con mucha lástima el caso de la periodista Bárbara D’Aquille, que fue asesinada. ‘El Comercio’ siempre ha informado y ha tratado de analizar este fenómeno. Lo que hacía Sendero era amedrentar a los periodistas para producir la autocensura, pero no lo consiguieron.

¿Considera que hay libertad de expresión en Perú?

Todos los medios tienen derecho a expresar sus ideas y tener su tendencia dentro de la democracia representativa en que estamos. Pero sí, yo creo que sí.

¿Cuál cree que es el futuro del papel en los medios?

Lo que creo es que hay que replantear el papel del papel. Tenemos que buscar estrategias de medios mixtos en los que el papel pueda cumplir un objetivo, los móviles otro, las webs otro e incluso contar con la televisión y la radio. Evidentemente, los diarios van a ser cada vez más pequeños y a tratar temas de mayor profundidad y análisis. Tenemos que ver cómo diseñamos una experiencia de usuario enfocado en noticias.

¿Se refiere a experiencias ‘transmedia’?

Sí, exacto. A través de multiformato, multiplataforma... Desde una nota informativa hasta un vídeo en 360°. Hay que ver cómo juntar todos ellos para poder ofrecer información específica, ampliada y en profundidad, según el contenido que podamos producir con los insumos que nos da cada noticia.

Eso ya lo hacen algunas empresas en redes sociales.

Sí. Las redes están en auge. Creo que estamos comenzando a utilizarlas de manera adecuada. Ya no se busca solo el impacto, sino construir una relación con el usuario. Creo que es una cuestión de transición que el mercado empiece a demandar esas actuaciones. Cuando unas empresas observen que hay marcas que están generando empatía y vean su éxito, querrán desarrollar este tipo de estrategias.

Podrían ser útiles también para ese periodismo cívico.

Por supuesto. Las redes sociales son participativas y centradas en el usuario y lo que se propone con el periodismo cívico es hacer periodismo participativo y centrado en el lector. Las redes deberían integrarse al periodismo de todas las maneras.