Medio centenar de retos en una botella para salvar nuestros océanos

Seis botellas ecológicas recorren España con un objetivo común: concienciar a los más pequeños de la importancia de cuidar nuestros mares y océanos.

Estemos más o menos cerca del mar, su cuidado es un problema de todos. Este es el mensaje clave que trata de hacer llegar el evento participativo nacional ‘Mensaje en una botella’ de Submon – Seachange que pretende involucrar al mayor número de gente posible con un objetivo muy claro: “Cambiar nuestra relación con los océanos trasladando el concepto de cultura oceánica en España y el resto de Europa”.

Así lo explica Alba Tojeiro, técnico responsable del proyecto. Y qué mejor manera para hacer llegar un mensaje sobre el mar que en una botella. Por eso, no una sino seis de estas botellas recorren España en estos momentos. Cada una reúne los nombres, retos y firmas de escolares de distintos lugares del país que se han sumado a la iniciativa medioambiental.

“Se trata de seis botellas ecológicas que llevan en su interior un par de pergaminos, el primero cuenta la historia de la botella y su viaje –que también puede seguirse a través de un mapa interactivo en la web-y, el segundo, reta a quienes la reciben a cambiar algo de su día a día para cambiar su relación con los océanos”, explica Tojeiro. También se puede seguir su trayectoria en las redes con el hashtag #mensajebotella17

Finalmente, tras miles de kilómetros, recopilar cientos de retos y vivir numerosas aventuras, estas seis botellas volverán a reunirse el 24 de noviembre donde se pondrán en común todas estas iniciativas el Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) de Valsaín, Segovia.

Precisamente, y hasta el viernes, una de estas botellas permanece en las instalaciones del CEIP Cortes de Aragón, que, en colaboración con el Acuario de Zaragoza, han desarrollado un taller en el que han participado medio centenar de niños de entre 8 y 9 años, en concreto, dos cursos de tercero de primaria.

¿Cuál es el objetivo que se han marcado estos jóvenes aragoneses? “En su caso se han decidido por algo en lo que hemos incidido mucho en clase de ‘Science’ –Ciencias Naturales- durante el curso pasado, la importancia del reciclaje de plástico”, explica Luis Tercero, profesor de dicha asignatura y uno de los encargados de la actividad.

“Durante la actividad nos explicaron que actualmente hay en torno a 8 toneladas de plástico flotando en nuestros océanos, a veces les pongo fotos de las consecuencias que esto puede acarrear para los ecosistemas marinos”, afirma el profesor. “Además, los niños suelen tirar al suelo los envoltorios del almuerzo en el patio del recreo, así que han pensado hacer una campaña de sensibilización que se extienda a todo el centro y a todos los cursos”, asegura Tercero.

Dicha campaña, que se ha iniciado esta semana, se encuentra en pleno proceso de gestación; y supondrá la incorporación de papeleras de reciclaje en aulas y el patio y la creación de brigadas de voluntarios que recorrerán el recreo con bolsas de basura para evitar que sus compañeros tiren este tipo de residuos al suelo.

Además, lejos de lo que pueda parecer debido a su corta edad, Tercero asegura que estos jóvenes se enteran muy bien del problema y de la capacidad que tienen para cambiar el mundo: “No solo lo entienden y alucinan con lo que ocurre, sino que se sienten importantes y, en parte, responsables de que esto deje de ocurrir, y eso es lo más importante del proyecto”.

Cada una de las rutas ha dado comienzo en acuarios, museos y organizaciones de diferentes puntos de España, y el lugar elegido para el inicio de la ‘Ruta de interior’ ha sido el Acuario de Zaragoza de la capital aragonesa, en cuya instalación los asistentes participaron en un taller sobre contaminación.

“Nuestro objetivo ha sido el de concienciarles de la necesidad de ser respetuosos con el medio que nos rodea y en particular con los mares y océanos, que al final es donde van a parar todos los residuos”, afirma Mayte Pozo, responsable del departamento de Pedagogía y Comunicación de la instalación. Después de Zaragoza, la botella viajó rumbo a su siguiente destino: Lérida.

Un total de 50 colegios, asociaciones, clubs de buceo y familias de toda España participan en el evento nacional, que cuenta con 17 participantes –entre instituciones, ONGs, centros y universidades- de 7 países de toda Europa.

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