En vacaciones uno se mueve menos y se deja llevar por los placeres de la mesa. Es fácil aumentar de peso y encontrarse a la vuelta del viaje con algún kilo de más. Según una investigación de la Universidad de Georgia, publicada en la revista ‘Physicology and Behavior’, en una sola semana de vacaciones se llegan a coger de 500 gramos a 3 kilos y medio de peso. ¿Qué se puede hacer al volver a nuestra vida diaria? Os damos algunas pistas:

1. Cuidado con el estrés. El periodo de vuelta de las vacaciones suele ser de mucho trabajo, y ese estrés puede influir en las oscilaciones en el peso. El cortisol y la adrenalina, las hormonas del estrés, actúan en varios niveles, aumentando la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea e incrementando los depósitos de grasa.

2. Sí a las tisanas drenantes. Si bien no hacen perder peso de modo directo y no pueden sustituir a la comida, ayudan a mantener hidratado el organismo y, en combinación con una alimentación adecuada, pueden contribuir a que nos libremos de la retención de líquidos.

3. Prohibido saltarse las comidas. Los buenos hábitos siempre: hacer tres comidas al día y dos tentempiés, uno a mitad de mañana y otro por la tarde. Es necesario para la salud, y nos libra de pasar hambre y acabar dándonos atracones.

4. Elige la cocción justa. Evita los fritos, opta mejor por la cocina al vapor o al horno de baja temperatura. Estas maneras de cocinar no solo son mejores desde un punto de vista calórico sino que también son más seguras para la salud.

5. Come despacio. Te ayudará a sentirte saciada antes y a comer menos.

6. Fruta y verdura a voluntad. Nunca nos cansaremos de recordar que se deben consumir de 3 a 5 piezas de fruta o porciones de verdura al día. Además de recargarte de minerales, vitaminas, fibra, y antioxidantes valiosísimos para la salud y para la línea, te ayudarán a esquivar el hambre sin llenarte de calorías.

7. Bebe al menos tres litros de agua al día. Ayuda a mantener el organismo bien hidratado y a eliminar las toxinas que pueden acumularse en tu organismo haciéndote ganar peso.

8. Muévete más. Dedica tiempo a la actividad física. ¿Eres perezosa? Aprovecha las horas de luz para darte un paseo después del trabajo. Usa las escaleras mejor que el ascensor y ve a trabajar en bicicleta.

9. Evita cenar tarde. Mejor comer tres o cuatro horas antes de ir a la cama para no acostarnos con el estómago lleno (lo que nos impedirá dormir, y ya sabemos que la falta de sueño acaba repercutiendo en el peso).

10. Reduce el consumo de patatas fritas y chucherías. Aperitivos salados, fritos, snacks preparados, embutidos… son ríos de sal, conservantes y grasa, dañosos para la línea y para la salud.

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