Carricerín cejudo: de Rusia a Senegal, con parada en Gallocanta

Apenas pesa 10 gramos y mide 13 centímetros, pero el carricerín cejudo realiza la proeza de volar de Rusia a Senegal para pasar el invierno. Gallocanta es una parada habitual en su viaje, como demuestra un animal detectado este año en la campaña de anillamiento.

El carricerín cejudo es una pequeña ave de apenas 10 gramos de peso.
El carricerín cejudo es una pequeña ave de apenas 10 gramos de peso.
C. Pérez

El carricerín cejudo es una pequeña ave de apenas 10 gramos de peso y 13 cms de longitud que, sin embargo, es capaz de recorrer distancias de miles de kilómetros, en concreto, todo el camino entre Rusia y Senegal, durante sus migraciones de invierno y verano.

La laguna de Gallocanta es una de las paradas en este periplo, para el carricerín cejudo y para muchas otras aves migratorias. No en vano, esta laguna aragonesa forma parte de la lista mundial Ramsar que reconoce los humedales más importantes.

Pese a que este año se ha visto afectado por la sequía, Gallocanta no ha dejado de recibir a sus visitantes. En concreto, se ha detectado a un carricerín cejudo que fue anillado en Gallocanta como un ejemplar joven en 2013.

El ejemplar se ha capturado dentro de la campaña de anillamiento en la Reserva Natural de la Laguna de Gallocanta que la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife) realiza estos días, con el apoyo del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, y durante la que se ha vuelto constatar que la laguna sigue siendo cita inexcusable para muchas especies, que repiten su parada en este humedal. Fue capturado también otro ejemplar de la misma especie, que no estaba registrado.

Los resultados obtenidos en este muestreo constatan el paso de la especie por tierras aragonesas en su periplo migratorio, desde sus zonas de reproducción en Rusia y Polonia hasta sus áreas de invernada en Senegal (África).

“La buena conservación de los humedales resulta crucial para que puedan realizar descansos y acopios de energía para llegar a África, como es el caso de la laguna de Gallocanta, confirmando el importante papel que cumplen los espacios naturales protegidos”, recuerda Luis Tirado, delegado de SEO/BirdLife en Aragón.

En 2010 se recuperaron dos aves anilladas en Francia, y en 2014 y 2015 se localizó un ejemplar que había sido anillado en la misma laguna en 2013. En general, se observan más jóvenes que adultos en Gallocanta y por norma los adultos llegan antes que los jóvenes. Durante unos días se quedan en las zonas de cañaverales de la laguna, donde todavía quede agua en verano, recuperando fuerzas mediante la ingesta de insectos con el objetivo de poder cruzar el desierto del Sahara.

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