Un niño de 9 años muere al incendiarse el piso en el que vivía en el barrio de Oliver
El pequeño tenía parálisis cerebral y estaba solo cuando se declaró el fuego, cuya causa fue posiblemente accidental
Un niño de 9 años perdió este sábado la vida en el incendio que se declaró en su vivienda de la calle de Antonio Leyva del barrio de Oliver a primera hora de la noche. El fuego se declaró por causas accidentales, según los primeros indicios recogidos por la Policía en el lugar de los hechos, y el humo se extendió rápidamente por toda la casa, causando la muerte del pequeño, presumiblemente por inhalación del humo tóxico. El pequeño, de nombre Andrei y con parálisis cerebral, vivía con su madre Irina N., quien en esos momentos no se encontraba en la casa y que tuvo que ser atendida por los servicios médicos por una crisis nerviosa al enterarse de lo sucedido y trasladada por una uvimóvil al Clínico.
Los bomberos de Zaragoza explicaron que recibieron el aviso sobre las 21.03 y acudieron al lugar con varios vehículos, entre ellos la autoescala de 30 metros que emplearon para acceder al piso de un vecino por una ventana. Cuando entraron al interior y sofocaron las llamas, localizaron el cuerpo del pequeño ya sin vida. Tras cerca de tres horas de trabajo, dieron por extinguido el incendio.
Las mismas fuentes explicaron que la vivienda quedó muy afectada, en especial la cocina con barra americana donde, al parecer, se inició el fuego. Los vecinos del número 92 donde se produjo el siniestro estaban muy afectados por lo ocurrido y por las consecuencias tan trágicas que ha tenido. Todos conocían al pequeño Andrei, ya que su madre lo sacaba muchas noches a pasear con su silla de ruedas.
La joven Irina N. cuidaba a su pequeño sola ya que, según explicaron sus conocidos, el padre de la criatura los abandonó al poco de nacer y ella, con 24 años, ha tenido que hacer frente a su cuidado y manutención sin ayuda familiar, puesto que la mayoría de sus allegados residen en Rumanía. "Ha luchado mucho por él y estaba muy entregada a su cuidado, ya que el pequeño era totalmente dependiente y no podía andar por sí solo, ni comer ni nada y tenía problemas respiratorios", contaba emocionada este sábado una vecina del barrio.
Añadieron que siempre solía haber alguien con él y que cuando su madre salía a hacer recados lo dejaba con alguna vecina de su confianza. Sin embargo, por motivos que se desconocían al cierre de esta edición, en el momento de declararse el fuego, el pequeño estaba solo en la vivienda. "Es una pena, pero parece verdad ese dicho de que las desgracias nunca vienen solas", añadió la vecina.
Un vecino afectado por humo
El resto de los residentes del inmueble, salvo uno que tuvo que ser asistido por inhalación de humo, no precisaron de asistencia. "Los bomberos y la Policía nos han dicho que cerrásemos las puertas para que no se extendiese el humo y luego que abriéramos las ventanas para ventilar", contaba uno de ellos al filo de la medianoche, cuando todavía permanecían en la calle varios vecinos y niños pendientes de las cámaras de televisión y ajenos a la desgracia ocurrida.
El edificio donde se produjo la tragedia está gestionado por Zaragoza Vivienda y son viviendas sociales. En los bajos del edificio, la Fundación Adunare desarrolla un programa comunitario de integración parar lograr el desarrollo de los niños del barrio y prevenir situaciones de exclusión social.
Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Nacional. Miembros del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica se han hecho cargo de las investigaciones para aclarar todas las circunstancias, averiguar el origen del fuego y confirmar si, como se barajaba anoche, había sido accidental. También interrogarán a la madre, para saber dónde se encontraba en el momento del triste suceso que ha acabado con la vida de su hijo.
