¿Es verdad que las zanahorias son naranjas en honor a un rey?

La pasión patriótica cambió para siempre el color de estas hortalizas, que no fueron anaranjadas hasta el siglo XVI.

Moradas, amarillas, blancas... las zanahorias no son solo naranjas.
Moradas, amarillas, blancas... las zanahorias no son solo naranjas.

Las zanahorias son de color naranja. Esta sentencia, que parece una verdad inamovible, en realidad no es del todo cierta.

Las zanahorias son naranjas ahora, pero ese no fue siempre su color. Y hay una curiosa historia para explicar ese cambio.

Estas hortalizas acompañan al hombre desde hace miles de años. Los datos que se conocen han confirmado que los humanos ya las consumían en el año 3.000 a. C. en la zona que hoy ocupa Afganistán.

Pero aquellas zanahorias no eran naranjas, sino que su color era morado oscuro.

Poco a poco, los comerciantes árabes llevaron la semilla de esta planta por África y Oriente Próximo y así aparecieron nuevas variedades blancas, amarillas o rojizas. Nada que ver con el naranja resplandeciente que conocemos en la actualidad.

Este no surgió hasta el siglo XVI, gracias al fervor patriótico de los holandeses. En aquella época, un nuevo cruce de especies permitió la aparición de unas zanahorias con más betacaroteno que lucían un color anaranjado.

Los agricultores del país decidieron mantener solo esta variedad en honor de su rey, Guillermo de Orange, que lideraba la guerra de la independencia contra España.

Los Países Bajos eran el principal productor mundial de zanahorias, así que, poco a poco, las de color naranja se fueron imponiendo y acabaron convertidas en casi las únicas que podemos encontrar en el mercado.

Pero quizá por aquello de que lo 'vintage' está de moda, en los mercados más gourmets empiezan a verse de nuevo las 'viejas' variedades de zahanoria. Cuestión de gustos... y de colores.

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