Cinco consejos para viajar en avión con bebés a partir de los seis meses

Es muy importante evitar su deshidratación, aumentando el número de tomas, y, sobre todo, llegar al aeropuerto con tiempo para embarcar sin prisas.

Los viajes en avión son uno de los grandes retos de los viajes familiares.
Los viajes en avión son uno de los grandes retos de los viajes familiares.

Para muchas familias, estas vacaciones de verano serán las primeras que disfruten en compañía de sus bebés. Viajes en avión que cambian como de la noche al día en el momento en el que llega a casa un niño pequeño.

A partir de ese momento, son cientos las preguntas que los padres se formulan: ¿podrá viajar en avión?, ¿se mareará?, ¿tres horas de viaje son muchas para un recién nacido?...

Un bebé pequeño no es un freno para hacer un viaje, largo o corto, pero si que es necesario tener en cuenta una serie de consejos para que el trayecto sea mucho más agradable.

Aviones y oídos. En el caso de los viajes en avión, cuando los niños son muy pequeños, los cambios de presión pueden causarle molestias en los oídos, ya que la trompa de Eustaquio es más estrecha y puede taponarse más fácilmente, provocándoles situaciones de incomodidad y dolor. La clave para minimizar los efectos es que el bebé succione, sobre todo al despegar y aterrizar, cuando se producen mayores cambios de presión. Se le puede dar el pecho o el biberón para liberar el taponamiento. Hidratación. Muchos viajes en avión suelen ser largos, de ahí la importancia de que el bebé esté continuamente hidratado. Para ello habrá que aumentar  frecuencia de las tomas.  Sin prisas. Es fundamental llegar al aeropuerto sin prisas para poder facturar pronto y de esta manera asegurarse asientos contiguos o pedir los que tienen más espacio delante. Los niños pueden llevar su carrito, que hay que plegar para pasarlo por el escanner. Ya en el avión, la  tripulación lo recoge y entrega a la salida, de ahí que, si llegamos pronto, facilitamos el trabajo a todos.

Picoteo entre horas. La comida que se sirve en el avión no suele ser del gusto de los más pequeños, así que es aconsejable llevar comida variada para que puedan picar y, en caso de necesidad imperiosa, recurrir a las chucherías y los dulces para que el viaje no sea un incordio ni para el niño ni para los padres. Juguetes. Si el niño ya ha cumplido los seis meses, puede entretenerse jugando con peluches, muñequitos o piezas pequeñas. Es aconsejable llevarlas en una bolsa, junto con uno o varios chupetes de recambio. De esta manera, se le pasará el tiempo más rápido.De esta manera, y siguiendo estos sencillos consejos, se logrará que el viaje sea una experiencia única, donde lo importante no es solo llegar a destino sin disfrutar del camino.

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