Una historia de facebook, un accidente en Tailandia y un zaragozano altruista

Carlos Jalón, residente desde hace 8 años en Chiang Mai, recibió a través Facebook el mensaje desesperado de una familia que había perdido la pista de su hija.

Javier Iglesias y Carlos Jalón en la casa del zaragozano en Chiang Mai.
Javier Iglesias y Carlos Jalón en la casa del zaragozano en Chiang Mai.
Carlos Jalón

"Al aterrizar en Tailandia, el zaragozano Carlos Jalón nos estaba esperando en el aeropuerto para llevarnos al hospital donde se encontraba ingresada mi hija", cuenta Javier Iglesias sobre uno de los momentos más complicados de su vida. "No habíamos tenido ningún contacto previo ni existía ninguna relación entre nosotros. Fue una fortuna tener su ayuda".

Cuando Javier Iglesias no consiguió contactar con su hija Lucía, que se encontraba en Tailandia finalizando un viaje de seis meses alrededor del mundo, supo que algo le había ocurrido. Tras dos días sin conocer su paradero, decidió lanzar un mensaje pidiendo ayuda a través de Facebook. "Una española que había leído la publicación, Beatriz Llerana, la localizó en un hospital de Chiang Mai", explica Iglesias. Lucía había sufrido un atropello y se encontraba ingresada a la espera de ser intervenida. El 7 de marzo de 2017, dos días después del siniestro, Javier y su hijo se desplazaron a Tailandia.

"Nos enteramos por Facebook de que una española había sufrido un accidente de tráfico en Chiang Mai y de que su familia estaba de camino", explica Carlos Jalón, quien lleva 8 años viviendo en el país asiático y actualmente trabaja en una agencia de viajes.

"Hablé con mi mujer y decidimos que era buena idea ir a buscarles al aeropuerto, llevarles al hospital y contarles en su mismo idioma cómo estaba Lucía", comenta el zaragozano. "Además, mi mujer es tailandesa y podía facilitar la comunicación y los trámites con el hospital y el seguro. A partir de ahí, tratamos de echarles una mano en la medida de nuestras posibilidades".

"Solo dedicamos algo de nuestro tiempo a alguien que estaba en una situación muy delicada, sabiendo que con nuestra experiencia y conocimientos del país podríamos facilitar todas las gestiones que tenían por delante", indica. Para Javier, en cambio, recibir la ayuda de Carlos fue "una fortuna". "Es como un alma caritativa", añade el padre de Lucía.

Carlos acompañó a Javier a lo largo del mes que el madrileño pasó en Tailandia esperando para regresar a España junto a su hija, ya recuperada. Ahora, dos meses después de aquella experiencia, Javier agradece la ayuda que el zaragozano le brindó "sin ninguna compensación".

"Si no hubiese tenido su dedicación, la situación hubiese sido mucho más difícil, ya que allí, de vez en cuando, las cosas se complicaban. Carlos me orientó con todas las gestiones que tenía que hacer", subraya. Carlos y Javier todavía mantienen el contacto. "Tenemos nuestro grupo de Facebook", indica Javier, orgulloso de su nuevo amigo.

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