¿Por qué los diamantes se pesan en quilates?

El origen de ese sistema de medida es bastante rudimentario.

Las piedras preciosas no se miden en gramos.
Las piedras preciosas no se miden en gramos.

Si revisa su joyero, quizá encuentre alguna piedra preciosa. Si tiene suerte, será una gema de buen tamaño, pero también puede ser una pieza pequeñita. En cualquier caso, el peso de esa pieza no se establecerá en gramos, sino en quilates, que es la medida internacional que se usa para todas las gemas.

Y a pesar de que se emplee en diamantes, rubíes y demás símbolos del lujo y la riqueza, esa medida de peso tiene un origen de lo más humilde. Un quilate equivale a 200 miligramos, porque eso es lo que pesa... una semilla de algarrobo.

Sí, ese humilde árbol tiene la culpa. Y las razones hay que buscarlas en los primeros siglos del comercio internacional de gemas.

En la antigüedad no existía un sistema de pesos y medidas unificado, pero vendedores y comerciantes necesitaban una fórmula para pesar sus joyas antes de una transacción financiera. Hay que tener en cuenta que, al tratarse de una mercancía muy valiosa, cualquier diferencia en el peso podía suponer grandes pérdidas.

Por eso, se recurrió a un elemento que todos tenían a mano. El algarrobo es un árbol muy común en todos los países del Mediterráneo. Y una de las peculiaridades de esta especie es que sus semillas son muy uniformes y todas pesan 200 miligramos casi exactos.

Por eso, se decidió usarlas como contrapeso en las balanzas y esa medida (0,2 gramos) quedó establecida como la oficial en la medición de las piedras preciosas.

La propia palabra quilate viene del griego 'karat', que significa, precisamente, semilla de algarrobo.

Un baño de humildad, pues, para las piezas más valiosas de nuestro joyero.

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