Un chaleco para Paola
Tiene siete años, padece fibrosis quística y necesita un aparato que mejore sus condiciones de vida. Hay una campaña para recaudar los 8.000 euros que cuesta.
Paola tiene siete años, padece fibrosis quística y necesita un chaleco vibratorio para mejorar sus condiciones de vida. La enfermedad -catalogada como rara- afecta fundamentalmente a los pulmones, invadiéndolos de una mucosa que dificulta su respiración. Para ella, las horas transcurren entre medicación y sesiones de fisioterapia, siempre bajo la atenta mirada de sus progenitores. Es hija del banderillero vallisoletano Juan Martín y de la turolense Reyes Lahoz, matrimonio que en 2014 emprendió una nueva vida para luchar por el futuro de la niña.
El clima de Zaragoza, donde residían desde que se conocieron, reduce la ya de por sí baja esperanza de prolongar un máximo de 35 años la batalla. Los especialistas les recomendaron mayor humedad en el ambiente, y no dudaron en trasladarse a Marbella. Parte de la familia de Juan es malagueña. Por eso nos decantamos por ese destino, recuerda la madre, que tuvo que dejar de trabajar para volcarse en los cuidados. Lahoz masajea -en sesiones de día y noche- el cuerpecito de Paola para ayudarla a expulsar los tapones de mocos que se le incrustan. Pero no basta con eso.
Con las manos no se puede atravesar la barrera torácica para despegar los mocos del pulmón; de ahí que el chaleco sea una terapia tan beneficiosa. Presiona la zona para sacarlos de forma mecánica y ascendente, explica Lahoz, que ha tenido a prueba el aparato durante dos semanas. Las sensaciones han sido muy positivas; mi pequeña nunca antes había tenido tal saturación de oxígeno. 15 o 20 minutos de tratamiento equivalen a tres horas de trabajo fisioterapéutico. Además, puede usarlo mientras ve los dibujos animados en la televisión, añade, sobre una mejora en la calidad de vida de Paola que pronto podría hacerse realidad.
La pasada semana, el picador Pedro Iturralde -amigo desde la infancia de Juan Martín- decidió donar dos de sus chaquetillas en busca de fondos. Para ello, propuso un sorteo benéfico que no tardó en expandirse por las redes sociales hasta convertirse en tendencia bajo el lema Todos con Paola. No nos quedan palabras de agradecimiento hacia Pedro. Ahora vemos más cerca la posibilidad de comprar uno de esos chalecos Vest Hill Room, que cuestan más de 8.000 euros, valora Lahoz, y adelanta que existen tres distintas vías de colaboración.
La primera se puso en marcha este martes, durante la celebración de la IX Gala de la Juventud Taurina en los Teatros del Canal de Madrid. Hay 1.000 participaciones que se empezaron a adquirir allí a un precio de 20 euros la unidad. Después está la opción de hacer una transferencia al número de cuenta de la Asociación Contra la Fibrosis Quística de Málaga, previa solicitud de papeletas por Facebook o Twitter, detalla, y ensalza la labor de quienes se han implicado con la causa.
Nos enorgullece que el sector taurino se haya volcado. Aficionados, periodistas todos han querido apoyarnos. Y la mejor prueba de ello es que se nos haya cedido protagonismo en la gala. Además, me gustaría destacar lo que han hecho personas como María José Ruiz, Eva María Peña, Rocío Fresnos, Carmelo López o Juanpe Cano. Desinteresadamente, han formado el equipo que ha difundido la historia por España y por el Mundo. Le han dado aire a mi niña, agradece, y concluye lanzando un llamamiento: Ya que la fibrosis quística no tiene cura, cada enfermo debería disponer de un chaleco. Hay que mejorar sus condiciones y alargar el tiempo de esperanza en busca de una solución.
