¿Les has contado a tus hijos que estás en paro?

Lamentablemente, esta situación conlleva un proceso de adaptación y cambio que tenemos que asumir y del que deben ser partícipes todos los miembros de la familia.

No importa tanto lo que nos ocurra como que seamos capaces de afrontar los acontecimientos.
No importa tanto lo que nos ocurra como que seamos capaces de afrontar los acontecimientos.
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Difícil situación en la que nos coloca la vida cuando perdemos nuestro trabajo. Pero, con los tiempos que corren, se ha convertido en el día a día de demasiadas familias que luchan desesperadas por salir de ella. Son muchos los padres y madres que así, casi sin darse cuenta, han pasado de tener trabajo a no tenerlo. Están en paro. “Este es un proceso de adaptación y cambio que debemos asumir y del que deben ser partícipes todos los miembros de la familia”, argumenta Juan Martínez de Salinas Murillo, profesional de recursos humanos y orientador. “Los hijos -continúa- deben aprender a convivir con el cambio para evitar que el miedo a lo desconocido les paralice. Todos sabemos que lo nuevo siempre siempre genera dudas, sin embargo, debemos saber afrontarlo”. Y, a continuación, nos propone algunas recomendaciones para lograrlo.

Hacer frente al cambio. Da mucho miedo afrontar situaciones desconocidas, sin embargo, debemos hacerles ver a nuestros hijos que nada es permanente. No importa tanto lo que nos ocurra como que seamos capaces de afrontar esos acontecimientos. ¿Cómo decírselo? Debemos comunicar abiertamente la situación a todos los miembros de nuestra familia. Se debe adecuar el mensaje para que sea comprensible por los más pequeños. Hay que conseguir mantener siempre la calma para que el resto del núcleo familiar permanezca tranquilo. Nuevos hábitos. Es muy importante establecer nuevos hábitos en la vida familiar. Adecuar los consumos a la nueva situación, estableciendo las áreas prioritarias en las que toda la familiar aporte y participe. Enseñar desde la práctica. Explicar a nuestra familia toda la situación y los pasos que vamos realizando en vuestro proceso de cambio profesional y búsqueda de nuevas oportunidades es una buena manera de enseñar desde la práctica. Calma y tranquilidad. Es básico, fundamental tranquilizar a nuestro entorno ante el gran volumen de información negativa que recibe a diario sobre el problema del desempleo. Sí, es verdad, esta es una situación muy dura y diferente que nos pone a prueba, pero de la que podemos salir fortalecidos en muchos aspectos. Preparados para el cambio. También conviene enseñar a nuestros hijos que a lo largo de sus vidas experimentarán muchos cambios y que es necesario que asuman, cuanto antes, lo importante que es estar preparados, formados y en constante proceso de adaptación. Saber adaptarse. Ha llegado el momento de adaptar nuestra nueva rutina o situación de búsqueda de trabajo a los horarios habituales de nuestra familia. Esto nos permitirá disfrutar más de nuestros hijos sin descuidar nuestra actividad principal: buscar trabajo. Somos muy capaces y competentes. Desde el principio, tiene que quedar muy claro que estar sin trabajo no significa que no seamos capaces ni competentes para desempeñar una determinada función. No son cosas incompatibles. Los niños, a veces, son crueles con las situaciones diferentes. Compartir y aprender. Compartir los recursos de búsqueda de empleo, que sean útiles para el resto de nuestro núcleo familiar, puede ser una buena forma de aprendizaje grupal. Es una manera de enseñar a nuestros hijos que internet, por ejemplo, también sirve para aprender. Salir fortalecidos. Es muy importante que los cambios terminen por unirnos más a nuestro núcleo familiar. Esto se consigue fomentando la comunicación y mostrando a los demás nuestros estados de ánimo con la mayor naturalidad posible.

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