Hoy los bromistas se frotan las manos...

Hoy hay que andarse con ojo. Toca echar la mano a la espalda cada diez minutos para comprobar que no portamos un complemento no deseado en forma de monigote y pasar por uno y mil filtros todo lo que se escuche por ahí...

El día de los Santos Inocentes (casi) ha dejado de ser una celebración sagrada para convertirse en una fiesta pagana de la que disfrutan los bromitas. Los bromistas y los internautas, porque de un tiempo a esta parte los chistes y las noticias falsas se han hecho virales y se difunden principalmente por las redes sociales. Es posible que hoy se anuncie la dimisión de Donald Trump o que Isabel Preysler y Vargas Llosa se casan, pero lo más probable es que nada de eso sea verdad.

El futuro presidente de EE. UU. no solo ha sido el hombre del año para la revista ‘Time’ sino que también lleva pinta de ir a convertirse en el protagonista de la jornada de bromas. El año pasado todo giraba en torno al pequeño Nicolás y a Mariló Montero, que este 2016 pueden verse desterrados por la presentadora Carlota Corredera (que está por todos los sitios) y por las Campos, que como las Kardashian españolas protagonizarán un especial de Navidad.

Los orígenes

Pero, ¿por qué se gastan bromas el 28 de diciembre? Su origen es mucho más trágico de lo que pudiéramos imaginar. Se trata de una fecha que, siguiendo la tradición católica, rememora la matanza que Herodes ordenó contra los niños de Jerusalén tras el nacimiento de Jesús y que en otros países, como Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos o Portugal, se celebra el 1 de abril. Para saber el porqué hay que remontarse al siglo XVI, cuando en Gran Bretaña se cambió el calendario juliano (que establecía el fin de año en los últimos días de marzo) por el gregoriano, que celebraba el año nuevo el 1 de enero. Debido a las malas comunicaciones y a las distancias, muchos tardaron en enterarse del cambio de calendario y siguieron festejando la entrada del nuevo año el 1 de abril, convirtiéndose en objeto de burlas para sus vecinos.

Otra de las diferencias de estos países con respecto a la tradición española es el símbolo que representa este día. Mientras que aquí es un monigote blanco, en otros lugares la tradición es adosar en las espaldas de los vecinos un trozo de papel con forma de pez o coger las tijeras y pegar un tajo a todas las corbatas que se vean.

Se da la circunstancia de que ha habido noticias reales que han acaecido un 28 de diciembre y que, en su momento, fueron difíciles de creer. Es el caso de la caída en desgracia de Mario Conde, pues fue el día de los Santos Inocentes de 1993, a las diez de la mañana, cuando se extendió el rumor de que el Banco de España preparaba la intervención de Banesto. A las seis de la tarde, dos agentes acudieron a la sede central del banco para recoger los libros de contabilidad y corroborar un agujero de miles de millones que acabó con Conde en la cárcel. ¿Otro ejemplo? En 1995 se produjo el anuncio oficial de las elecciones generales (que se celebrarían el 3 de marzo del año siguiente) y también hubo miles de ciudadanos que se lo tomaron a mofa y befa.

En los últimos años Twitter se ha convertido en el medio más utilizado para dar rienda suelta a las inocentadas y medios de comunicación, empresas y famosos lo han utilizado, aunque no siempre con buenos resultados. Es probable que Alejandro Sanz anuncie su retirada –ya lo hizo fallidamente hace unos años– o que Rafa Nadal diga que cambia las raquetas por los palos de golf. La noticia más esperada de este 2016, sin embargo, sería que Bisbal anunciara que de cobra nada de nada y que vuelve con Chenoa.